El cubano Luis Enrique Zayas ganó la noche de ayer viernes la medalla de oro en el salto alto de los Juegos Panamericanos con una marca de 2 metros y 30 centímetros, lejos del récord de 2,40 metros impuesto en Mar del Plata 1995 por Javier Sotomayor, presente en el estadio de La Videna para aplaudir y estimular al joven saltador.
«Sotomayor fue hoy un aliento para mí. Él me dijo lo que estaba saliendo bien y mal. Ganar delante de él y que brincara de alegría en su asiento cuando pasé la varilla sobre los 2.30, eso no tengo forma de describirlo. Con su apoyo y su energía positiva mejoré en las marcas. Estoy súper contento”, dijo.
“Mi fortaleza fue mi carrera de impulso, me sentí súper tranquilo, me sentí bien, y mi debilidad era el hombro, logré mejorarlo un poco”, comentó Zayas.
Su medalla no estaba en los cálculos. «Yo no venía a Lima, pero se dio la oportunidad de competir y las cosas salieron. Era mi día. El impulso de cadera, la carrera para atacar la varilla, todo fue casi perfecto», dijo.
«La competencia fue muy tensa, conocía a algunos rivales y a otros no. Pero yo me sentía muy bien. Este triunfo se lo tengo que agradecer a la gente que me dijo tú sí puedes, cuando los resultados no estaban saliendo bien».
La medalla de plata fue para el canadiense Michael Mason con 2,28 metros y la de bronce para el mexicano Roberto Vílchez con 2,26 metros.
La jornada de ayer también fue productiva para la cubana Liadagmis Povea, quien se alzó con la medalla de bronce en el salto triple al clavar sus pinchos en 14.60, por detrás de Yulimar Rojas. La venezolana hizo trizas el récord panamericano saltando 15.11 metros. La jamaicana Shanieka Ricketts consiguió la plata con 14.77.
«Yo quería mejorar la marca mía, pero el frío me afectó bastante, eso me deja algo insatisfecha porque me propuse aquí lograr mi mejor salto», dijo la pinareña.
así es el deporte… un muchacho que no estaba ni en planes de ir a la competencia, superó dos veces su marca personal, primero en 2.28 y después en 2.30… y luego tomando una decisión estratégica a tiempo, mandando al canadiense a saltar seguido al renunciar a la altura…