Ni Nostradamus tendría la valentía de profetizar la actuación cubana en los próximos Juegos Olímpicos, que tendrán lugar este año en la ciudad inglesa de Londres del 27 de julio al 12 de agosto.
Sería de locos adelantar una cantidad de medallas de oro porque la situación actual de nuestros deportistas difiere de la de etapas precedentes, cuando había varios nombres que iban “al seguro”.
Desde mi punto de vista, solo dos atletas pueden disputarse llevar la bandera cubana en el desfile inaugural, previsto para el 27 de julio en el Estadio Olímpico de Londres: el luchador grecorromano Mijaín López y el boxeador Julio César La Cruz. El primero lo hizo en Beijing 2008 y no defraudó. El segundo es el único cubano primero del ranking en su especialidad y uno de los dos campeones mundiales del 2011.
López, quien competirá en los 120 kilogramos el 6 de agosto al igual que sus compañeros Hanser Meoque (60 kg) y Pablo Shorey (84 kg), seguramente tendrá un duro escollo para sus intenciones ante el turco Riza Kaalp, su victimario en la final mundial del 2011 en Estambul, Turquía.
Por su parte, el camagüeyano La Cruz se mostró confiado en declaraciones a OnCuba tras vencer con comodidad el torneo internacional Giraldo Córdova Cardín. “El grupo de boxeadores es joven pero todos quieren ganar. Como capitán del conjunto aseguro que cada uno de nosotros va a dar lo mejor de sí”.
El boxeo, llamado la locomotora del deporte cubano por la cantidad de medallas que aporta en juegos multidisciplinarios, buscará cambiar la historia de Beijing 2008, cuando cuatro púgiles accedieron a la final y ninguno pudo alzarse con el oro. En la capital china, Cuba ancló en el lugar 28, con dos oros, 11 platas y la misma cantidad de bronces.
La principal incógnita está en las opciones del actual recordista del orbe Dayron Robles, especialista en 110 metros con vallas y campeón en Beijing. Los registros de Robles están bastante lejos del 12.87 segundos (con viento de más a favor) que estampó hace unas semanas su archirival, el chino Liu Xiang. Mientras los norteamericanos David Oliver, Jason Richardson y Aries Merritt también buscarán desbancar al cubano. Pero, al César lo que es del César, y Dayron es el rey olímpico hasta que las pistas londinenses digan lo contrario.
Del atletismo olímpico pueden generarse otras agradables noticias, y en este sentido la martillista Yipsy Moreno y la discóbola Yarelis Barrios tendrán que dar el máximo y un poco más. Tampoco se pueden perder de vista otras especialidades de combate como el judo y el taekwondo.
Asimismo, la ausencia de deportes colectivos duele en lo más profundo, y se extrañará el accionar de las espectaculares morenas del caribe, por primera vez en muchísimo tiempo fuera de los festines de los cinco aros. Esto, sin dudas, es harina de otro costal.
En fin, no recuerdo que a las últimas versiones de unos juegos olímpicos llegara una delegación cubana cuajada de tantas incertidumbres. Ojalá que las dudas se conviertan en realidad dorada y que nuestros deportistas, contra viento y marea, le callen la boca hasta al mismísimo Nostradamus.