Un manto de estupefacción cubre los ánimos de los seguidores del baseball en la llamada Perla del Sur, 240 Kilómetros al sudeste de La Habana, luego de conocer de boca en boca la noticia del abandono de su bateador más admirado, el primera base José Dariel (Pito) Abreu.
Abreu se encontraría en República Dominicana tras burlar la vigilancia costera en la zona de Imías, provincia de Guantánamo, por donde salió acompañado de su familia más cercana, excepto la esposa y un hijo pequeño.
La salida del jonronero (con 120 batazos de cuatro esquinas en los últimos cuatro campeonatos nacionales) tomó por sorpresa a directivos y aficionados del deporte en la provincia y el país, pues hasta la pasada semana ningún indicio sugería la posibilidad de que Pito saliera de Cuba.
Incluso, en días recientes expresó su intención de incorporarse pronto a los entrenamientos de su equipo de Los Elefantes, luego de concluir la recuperación de los dolores intercostales que le impidieron ser convocado tope con los universitarios de los Estados Unidos
Semanas atrás el padre de José Dariel afirmó en el programa La Peña, de la emisora provincial Radio Ciudad del Mar, que habían comenzado negociaciones para permitir la contratación del slugger en el béisbol profesional de Corea del Sur.
La abrupta decisión de Abreu se suma al goteo de talentos de la pelota cubana que deciden abandonar los torneos oficiales del país y salir en busca de mayores ingresos económicos, escenificado en semanas recientes por los lanzadores Odrisamer Despaigne y Misael Siverio.