Después de derrotar a Panamá con una soberana paliza, Cuba obtuvo su segunda victoria en el Clásico Mundial de Béisbol cuando Taipéi de China desbancó 11-7 a Italia en el cierre de la tercera jornada del grupo A en Taichung.
Lo anterior parece un trabalenguas, pero no lo es. Tanto como ganar, Cuba necesita una serie de resultados entre los demás contendientes de su llave para aspirar a la clasificación directo a la segunda ronda de la lid, y uno de los más importantes era la victoria de los asiáticos contra los europeos, a fin de que estos últimos no se separaran definitivamente en la tabla de posiciones.
Taipéi, presionado tras perder en el debut con Panamá, cumplió con el reto y tumbó a la azurra, cuyo picheo se desmoronó ante una ofensiva implacable. Tres jonrones conectaron los anfitriones, que solo no anotaron carreras en dos de las ocho entradas al bate que tuvieron.
El receptor Kungkuan Giljegiljaw (cuadrangular y tres remolques), Chieh-Hsien Chen (tres jits, doble y tres anotadas) y Yu Chang (doble, tres anotadas y dos impulsadas) lideraron el ataque de Taipéi, que consiguió ocho imparables en 17 turnos con hombres en posición de anotar.
Después de mantener a raya a la tanda cubana en su debut, los lanzadores italianos naufragaron por completo al permitir 16 imparables y regalar cuatro pasaportes gratis. Por su parte, los tres primeros serpentineros de Taipéi también afrontaron múltiples dificultades en la primera mitad del desafío, pero después los relevistas Yu-Hsun Chen, Yen-Ching Lu y Chia-Hao Sung liquidaron 4.1 innings sin permitir carreras y con solo tres jits en su cuenta.
La victoria de Taipéi de China revive sus posibilidades de avanzar a la segunda ronda, aunque para ello necesitan derrotar también a Países Bajos y Cuba. Por otra parte, este desenlace da vida a los antillanos, que ahora esperarán por más resultados adversos de Italia y una victoria frente a Taipéi para colarse por quinta ocasión consecutiva entre los ocho grandes del Clásico Mundial de Béisbol.
Corea del Sur cae en la emboscada de los samuráis
Una noche magistral del patrullero Masataka Yoshida le dio a Japón su segunda victoria en el Clásico Mundial. Los nipones vapulearon 13-4 a Corea del Sur con destaque del jardinero, recientemente firmado por los Boston Red Sox, quien pegó tres imparables y remolcó cinco carreras.
Yoshida lideró una ofensiva en la que también destacaron Kensuke Kondoh (doble, jonrón, tres anotadas e igual cantidad de impulsadas) y el fenómeno Shohei Ohtani (doble, dos anotadas y un remolque), quien ya había impresionado en la jornada de apertura al brillar desde la lomita y con el bate.
Japón comenzó debajo en el marcador por un cuadrangular de dos carreras del receptor coreano Euiji Yang en la tercera entrada contra el estelar abridor Yu Darvish, pero reaccionaron rápido y en ese propio episodio fabricaron cuatro anotaciones para darle la vuelta a la pizarra.
De ahí en adelante los samuráis golpearon sin piedad a los lanzadores coreanos, que regalaron ocho boletos y permitieron 13 imparables, entre ellos cuatro extrabases. Desde la lomita, cuatro relevistas nipones se encargaron de retirar los seis últimos episodios con siete ponches, ningún boleto, tres jits y solo una carrera permitida.
Esta la segunda derrota en línea de la escuadra coreana, que perdió en la apertura frente a Australia con un colapso total de sus relevistas en el tercio conclusivo del encuentro. Los aussies les marcaron seis anotaciones entre el séptimo y el octavo episodios gracias a jonrones decisivos de Robbie Glendinning y Robbie Perkins.
Los coreanos están a las puertas de su tercera eliminación consecutiva en la primera ronda del Clásico Mundial, tras irse temprano a casa en 2013 y 2017. Este era un escenario impensado luego de las dos primeras ediciones del torneo, en las que Corea subió dos veces al podio, con una final disputada en el 2009.
República Checa escribe su historia en el Clásico Mundial
República Checa jugó por primera vez en el Clásico Mundial de Béisbol y dejó su huella para la historia. En el majestuoso Tokyo Dome, el plantel europeo derrotó a China con una gran remontada de cuatro carreras en el noveno episodio, que incluyó un jonrón decisivo del inicialista Martin Muzik.
Los checos estaban a tres outs de caer frente a los asiáticos, pero borraron una ventaja mínima de 5-4 con un ataque feroz en la parte alta del noveno. Después de un out, Martin Zervenka recibió boleto, Matej Mensik pegó doble y Muzik desató la locura con un bambinazo de 367 pies por el bosque izquierdo.
Con ese batazo le dieron la vuelta al marcador, y después añadieron otra carrera por doble de Petr Zyma y sencillo remolcador de Filip Smola que dejó pizarra definitiva de 8-4.
Este es un logro histórico para el béisbol de República Checa, que debuta en un evento de máxima categoría como el Clásico. Para China, la derrota es un mal presagio, pues los europeos eran el rival más asequible de una llave en la que todavía deben enfrentar a Corea del Sur y a Australia.
Los asiáticos han presentado muchos problemas con su pitcheo, que ha regalado la impresionante cifra de ¡23 boletos! en solo dos encuentros. Precisamente, en la apertura contra Japón impusieron un nuevo récord de 16 bases por bolas en un juego de Clásico Mundial, destrozando la anterior marca de Australia (13 vs. Venezuela en el 2006).
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