Casi dos meses después del anuncio de la demora de los Juegos Olímpicos de Tokio, el director general de su comité organizador, Toshiro Muto, dijo el viernes que no podía estimar el costo que tendrá el retraso de un año debido a la pandemia. Las cifras reportadas por medios japoneses oscilan entre los 2 mil y los 6 mil millones de dólares, y se espera que la mayoría de los gastos que se acumulan sean sufragados por entidades gubernamentales.
Aunque fue impreciso sobre la cifra final, y sobre quién la abonará, Muto se mostró bastante más claro acerca de una cosa durante la conferencia de prensa online. “Los Juegos que tendremos dentro de un año podrían no ser los mismos Juegos Olímpicos y Paralímpicos convencionales que hemos conocido”, dijo hablando en japonés y traducido por un intérprete.
Muto planteó ideas sobre recortes en varios aspectos, aunque el único objetivo específico que mencionó fue el relevo de la antorcha. “Estamos investigando todas las áreas posibles”, afirmó. “Es el momento de que todos revisemos cuáles son los elementos esenciales para los Juegos. ¿Qué es lo imprescindible? Creo que podríamos crear unos nuevos Juegos Olímpicos y Paralímpicos, algo que sea exclusivo de Tokio”.
El futuro de la cita olímpica de Tokio aún tiene más preguntas que respuestas: ¿Cómo se alojarán los 11 mil deportistas olímpicos y los 4 mil 400 paralímpicos en la Villa Olímpica? ¿Los espacios reducidos serán seguros? ¿Cómo se podrá viajar a Tokio? ¿Cómo se entrenarán y clasificarán los deportistas? ¿Y qué pasará con los miles de trabajadores y autoridades?
¿Habrá público o será solo un evento televisado? ¿Qué pasará con los millones de boletos que ya se han vendido? ¿Habrá reembolsos? ¿Habrá una vacuna para el coronavirus entonces? ¿Tendrán los deportistas, jóvenes y sanos, prioridad para recibir la vacuna?
Muto habló un día después de que el Comité Olímpico Internacional reconoció que habría previsto un costo extra de 800 millones de dólares por la demora. La institución dispondrá de 150 millones de dólares para préstamos a los comités nacionales y federaciones deportivas, algunas de las cuales tienen pocas fuentes de ingresos más allá de los Juegos.
AP/OnCuba