Víctor Mesa ha vuelto a boca de todos. Su nombre rebota en cualquier sitio. Su anunciado regreso como director del equipo Cuba lo coloca en el centro de la diana. Lo trae de regreso al fuego, al lugar que más añora. Ahora que la Federación Cubana de Béisbol (FCB) le ha devuelto los grados y le ha encomendado esta nueva misión del Premier 12, vuelven a expandirse sus detractores y admiradores.
“Es bueno que la gente hable de uno, eso es sinónimo de que estas vivo. Estoy contento de volver a dirigir el equipo Cuba, ahora estoy con Matanzas, cuando empiece la preparación hablamos”, le dijo Víctor Mesa a OnCuba en una escueta comunicación telefónica.
En el mítico Parque John Lennon del Vedado, justo en frente de una de sus casas, un grupo de aficionados se reúne asiduamente para debatir sobre deporte. Hablan de la proximidad de la postemporada en la Major League Baseball (MLB) y la actuación de los cubanos en la campaña regular, del regreso de Dayron Robles, del Barca y el Madrid en la Liga española, de Osmany Juantorena y su nueva percha italiana, pero sobre todas las cosas, hablan de la designación de Víctor Mesa.
“Que es ganador, es cierto, que le saca el máximo a sus jugadores, también, pero eso no quita de que sea un payaso con coloretes”, grita eufórico Ariel Quintana desde un banco. “Al final, a la hora de los mameyes, el play bueno siempre lo pierde, con el Cuba, con Matanzas, con el que sea”, sentencia y hace un gesto de desaprobación a lo que comenta Rolando Urpiano:
“Compadre mira, ahora mismo en la Serie Nacional no hay un director que sirva, el que mejor puede guiar a ese equipo es él. Acuérdate que ya no tenemos el trabuco de antes, que todo el mundo se ha ido. Si alguien puede sacarle algo a esto que queda, ese es Víctor Mesa”.
Dicen algunos que un par de veces Víctor ha cruzado la calle 17 para darse un salto a la peña deportiva y saludar, pero que nunca ha comentado nada sobre béisbol. “Él sabe que la gente lo lleva recio. Un día estaba guardando el carro en el garaje, oyó que nosotros estábamos hablando de él y salió a la acera y levantó la mano diciendo que él era el uno”.
Camino al Parque Central, dentro de un confortable Chevrolet de 1958 que funge de taxi, el chofer y uno de los pasajeros, comentan.
Chofer: Víctor lo que no ha tenido es suerte.
Pasajero: Eso es lo que digo yo, mucha carga negativa encima de él, ahora hasta los propios villaclareños le desean que pierda. Por eso cuando estaba en Miami dijo que si se lo proponían se quedaba para dirigir a los Marlins.
Chofer: Entonces, cuando sus locuras le salen bien, todo el mundo lo ama y le quiere dar besitos en la cabeza. Lo que hay es que apoyarlo.
Es mediodía y en la peña deportiva del Parque Central de La Habana hay un borracho tirado en un banco mugriento, dos grupos de personas adultas, uno conversa de lo bien que anda Ciego de Ávila en la Serie Nacional (y se basan en lo que trae el periódico Granma hoy), y el otro recrimina que “ya es demasiado el fanatismo que tiene la televisión cubana con el fútbol”.
Hay además, seis jovenzuelos uniformados de pre-universitarios que se enfrascan en mortificar a los viejitos y salir corriendo y otro grupo (el más notorio) que se amontona alrededor de unas hojas que llevan impresa todas las estadísticas finales de la MLB.
Yohandry Costa, un vendedor de maní, señala: “Víctor Mesa lo va a hacer bien, cómo que no. Le dijeron que no fuera a Toronto y con un equipo más diezmado ganó en Rotterdam. Cuba sabe que tiene que ganar ese Premier 12, por eso lo llamaron, sino, lo dejan en la cueva”, y sigue con su pregón.
“Ahora mismo pasó por aquí Rolando Verde y me dio la razón, como único Cuba va a ser un buen papel afuera, es con Víctor, con su juego rápido de robo de base y con el bateo y corrido, no dejando lanzar mucho a los pitchers. Ese es el tipo, no busques a más nadie”, me dice, en un aparte, Francisco Jiménez.
A continuación, OnCuba les ofrece en exclusiva la opinión de cinco managers de la Serie Nacional sobre la designación de Víctor Mesa como director del equipo Cuba.
Ermidelio Urrutia (Las Tunas): “Es un gran director, lo ha demostrado durante todos estos años aquí y en los eventos internacionales. Como en la vida, tiene amantes y enemigos, pero nadie puede negar de que tiene muchísimos conocimientos sobre béisbol y que siempre los pone en práctica”.
Romelio Martínez (Mayabeque): “Víctor lleva varios años haciendo un muy buen trabajo en la Serie Nacional, además ya ha estado al frente del equipo Cuba, conoce a los jugadores que va a dirigir. Va a enfrentar un torneo difícil, de mucha calidad, tiene que tener un poco de calma en sus decisiones.”
Javier Méndez (Industriales): “Creo que es justa la decisión. En particular, me gusta el estilo de juego que desarrolla Víctor, sus métodos son otra cosa, pero en realidad lo que interesa en este tipo de torneo es el resultado y él es un hombre extremadamente resultadista.”
Danny Valdespino (Artemisa): “Si la FCB lo eligió, tendrá sus argumentos. No soy nadie para cuestionar decisiones de ese tipo.”
José Luis Rodríguez Pantoja (Isla de la Juventud): “Buena persona, excelente manager, un hombre de béisbol. No es un demonio como lo pintan. Le deseo mucha suerte.”
Es el mejor director…para quienes critican…es muy fácil ganar como era antes…con él mismo jugando, con Kindelán, con Linares, con Pacheco, con padilla, con pierre en el banco, con germán, Gourriel y todos esos jugadores, mejores en todos los tiempos de cuba que coincidieron en un equipo…Victor ha sido muy sacrificado y cuando agarró a las Villas ¿quienes eran los jugadores?…cuando agarró a matanzas ¿en qué lugar estaban?…Por favor, hay que ser justos…Victor es el mejor director actualmente y el que más comprometido está con la pelota cubana…¿lo dudan?.
ernesto,con respeto VM es un exelente preparador,creo que como director ya no tanto,sus resultados no mienten……Hay que sercampeon
Tiene que aprender precisamente de las opiniones de la gente en Cuba que sabe mucho de pelota y sobre todo de la gente de antes que fueron peloteros como él y que no aprueban su manera de ser con los jugadores. Para ser campeón, un equipo tiene que ser una familia, todos comprometidos con una causa y no sentir la presión de que si algo te sale mal te vas a llevar una reprimenda y una bronca de tu director, todo lo contrario, es el momento de darle el mayor apoyo al compañero que no pudo lanzar o batear bien. Despues del juego se puede analizar con tranquilidad que se hizo bien y que se hizo mal, pero nunca a tráves de la riña, sino como el maestro que te da consejos o el método para que salgas bien del bache.
No es fácil dirigir, pero Víctor en mi modesta opinión, le traiciona su carácter explosivo y toma decisiones apresuradas y se pone a cambiar peloteros como un loco y ese no es el camino. Un saludo