Ladrillo por ladrillo, el presidente de los Estados Unidos levanta por decreto otro segmento del bloqueo contra Cuba. Las compañías norteamericanas tendrán mucho más margen de actuación en este archipiélago caribeño a partir del 21 de septiembre de 2015.
Un documento de 27 páginas emitido por el Buró de Industria y Seguridad, del Departamento de Comercio, regula los cambios más profundos en comercio e inversión entre ambos países en más de cinco décadas.
La regulación vuelve más fácil para las aerolíneas y compañías de cruceros la exportación de partes y tecnología que incrementen la seguridad de sus operaciones en Cuba, además de que relaja restricciones sobre la exportación de software hacia el archipiélago.
Permite además (tras un análisis caso por caso) la apertura de oficinas, puntos de venta y almacenes a organizaciones estadounidenses como oficinas de noticias, exportadoras de materiales de construcción o renovación de edificios de propiedad privada; transporte de carga; proveedores de telecomunicaciones o servicios basados en Internet; entidades educativas; organizaciones religiosas; y los proveedores de soporte y ciertos servicios de viajes.
“La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro enmienda las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos, para implementar revisiones adicionales consistentes con los cambios de política anunciados por el Presidente el 17 de diciembre de 2014. Estos cambios pretenden lograr un mayor compromiso y empoderamiento del pueblo cubano, relajando más las sanciones relacionadas con viajes, telecomunicaciones y servicios de internet, operaciones de negocios en Cuba y remesas”, señala una comunicación oficial que anuncia la entrada en vigor de estas medidas el día 21, una vez sean publicadas en el Registro Federal (la Gaceta Oficial estadounidense).
Sin embargo, la medida no autoriza el financiamiento privado para comercio ni cambia las reglas actuales sobre quién puede viajar a Cuba. Ese se espera sea un momento por llegar antes de que concluya el año, según recientes despachos de prensa.
“Vamos a dar paso por paso en áreas y oportunidades dentro de nuestra autoridad” dijo recientemente Barack Obamape durante un encuentro con empresarios, en la cual precisó que la eliminación definitiva del Embargo queda en manos del Congreso. “Hay ciertas cosas que podemos hacer, por ejemplo, en telecomunicaciones y estamos buscando una oportunidad allí”. La medida de hoy es una muestra.
Con este paso, la Casa Blanca demuestra su disposición a utilizar su autoridad ejecutiva para facilitar el acercamiento económico, pero en la dirección que juzgue necesaria a sus intereses. Los diplomáticos cubanos le recuerdan con frecuencia a la prensa que Obama solo tiene los siguientes límites:
- La prohibición a subsidiarias de Estados Unidos en terceros países a comerciar bienes con Cuba (Ley Torricelli)
- Imposibilidad de realizar transacciones con propiedades norteamericanas que fueron nacionalizadas por Cuba (Ley Helms-Burton)
- Prohibición de los viajes de los estadounidenses a Cuba y pago adelantado de las exportaciones agrícolas (Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones del 2000)
La secretaria de Comercio, Penny Pritzker, tiene previsto viajar a La Habana en algún momento de 2015. Encargada de la diplomacia comercial en la normalización, Prizker ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que los estadounidenses queden rezagados frente a otros competidores en lo que llamó “un mercado virgen”. El ajedrez se sigue moviendo.