Ruby Nell Bridges, con solo 6 años, se convirtió en la primera niña afroestadounidense en entrar en una escuela primaria blanca del sur de Estados Unidos. La pintura de Rockwell (que acompaña este texto) la muestra escoltada por agentes del orden para protegerla contra la turba de manifestantes racistas que querían impedir que ella asistiera a una escuela con otros niños blancos.
Nacida el 8 de septiembre de 1954 en Tylertown, Mississippi, pasó sus primeros años en la granja de sus padres. Tenía 4 años cuando sus padres se mudaron a Nueva Orleans en busca de una vida mejor y una educación digna para su hija.
Lo que encontraron en Nueva Orleans, particularmente en el sistema escolar, no fue mejor en Louisiana que en Mississippi. Las escuelas de Louisiana estaban obligadas a no segregar por razas después de la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en el caso Brown contra la Junta de Educación en 1954.
La Corte dictaminó que las leyes estatales de los Estados Unidos que establecían la segregación racial en las escuelas públicas eran inconstitucionales, incluso si las escuelas segregadas eran iguales. El dictamen declaraba que la noción de “separados pero iguales” era inconstitucional para las escuelas públicas y las instalaciones educativas estadounidenses.
Bridges estaba en educación infantil cuando la eligieron para hacer la prueba de nivel que determinaría si era una de los muchos estudiantes negros cualificados para asistir a una escuela para blancos. La prueba era deliberadamente complicada para evitar que los estudiantes negros aprobaran, lo que les dio a las escuelas de la ciudad más tiempo para permanecer segregadas. Al igual que Linda Brown, Bridges vivía a poca distancia de una escuela para blancos, pero tenía que asistir a una escuela para negros a kilómetros de distancia de su casa.
Los padres de Bridges no querían que ella hiciese la prueba, temiendo los problemas que vendrían si lo aprobaba. Finalmente cedieron y su hija fue una de los seis estudiantes negros que aprobaron el examen. Sería la única estudiante negra en la Escuela William Frantz. Aun así, todavía había algunos obstáculos que superar, ya que los legisladores del estado de Luisiana intentaron por todos los medios y artimañas evitar obedecer la ley que ponía fin a las escuelas segregadas.
En la mañana del 14 de noviembre de 1960, Bridges y su madre fueron conducidas a su nueva escuela. Luego se decidió que Ruby entraría en la escuela con dos agentes delante y dos detrás, como inmortaliza la obra de Rockwell.
Una multitud de manifestantes blancos esperaba a la niña fuera de la escuela, gritando insultos y arrojando objetos. En lugar de ser llevada directamente al aula, fue escoltada hasta la oficina del director y allí permaneció el resto del día. La situación fue la misma en su segundo día de clases, pero una maestra, Barbara Henry, se ofreció como voluntaria para tenerla como la única estudiante en el aula. Los padres blancos se negaron a enviar a sus hijos a la escuela.
El ambiente en la escuela era agotador para la pequeña, pero Bridges, con la ayuda de su maestra y sus padres, soportó el acoso, aunque después de un tiempo, el estrés en su pequeño cuerpo se hacía más evidente cada día. Pronto comenzó a sufrir pesadillas y por un tiempo dejó de comer en la escuela hasta que Henry la convenció de comer con ella.
Gran parte de su confusión fue documentada por el Dr. Robert Coles, un destacado psicólogo que, además de ofrecer su asesoramiento, más tarde escribió una serie de artículos y un libro sobre la terrible experiencia de Bridges.
Después de un año más o menos, algunos de los niños blancos comenzaron a regresar lentamente a la escuela y las cosas cambiaron drásticamente. Ya no había agentes del FBI para acompañar a Ruby a clase, y sus compañeros gradualmente comenzaron a aceptar el hecho de que estaba allí para quedarse.
Bridges terminó la escuela primaria en Frantz y luego se graduó de una escuela secundaria integrada en la ciudad. Según el sitio web de la Fundación Ruby Bridges, que fundó en 1999, trabajó para una empresa de tarjetas de crédito después de estudiar turismo en una escuela de negocios de Kansas City.
En 1984 se casó con Malcolm Hall y luego se convirtió en madre de cuatro hijos; todos asistieron a la escuela primaria Frantz.
*Este texto se publicó originalmente en Afroféminas. Se publica con la autorización expresa de sus editoras.