California certificó el viernes sus comicios presidenciales y nombró a 55 electores que se han comprometido a votar por el demócrata Joe Biden, dándole oficialmente la mayoría en el Colegio Electoral requerida para ganar la Casa Blanca.
La aprobación formal por parte del secretario de Estado estatal, Alex Padilla, del triunfo de Biden en el estado elevó a 279 la cantidad de electores que se han comprometido a votar por él, según un conteo de The Associated Press. Esa cifra ya está por encima de los 270 necesarios para ganar.
Estas fases de la elección son formalidades a menudo ignoradas. Sin embargo, la mecánica oculta para la elección de un mandatario de Estados Unidos está bajo la lupa este año porque el presidente Donald Trump continúa sin reconocer la victoria de Biden y ha recurrido a estrategias legales cada vez más engañosas para revocar los resultados antes de que se completen.
Aunque desde hace semanas ha sido evidente que Biden ganó la elección presidencial, el que haya obtenido más de 270 electores es el primer paso rumbo a la Casa Blanca, dijo Edward B. Foley, profesor de derecho en la Universidad Estatal de Ohio.
“Ése es un hito jurídico y el primero que tiene esa condición”, señaló Foley. “Todo lo anterior se basaba en la premisa de lo que llamamos proyecciones”.
Los electores nombrados se reunirán el 14 de diciembre, junto con sus colegas de cada estado, para votar formalmente por el próximo presidente. La mayoría de los estados tienen leyes que obligan a sus electores a votar por el ganador del voto popular en sus estados, medidas que fueron ratificadas este año por la Corte Suprema. No se ha comentado que alguno de los electores comprometidos con Biden contemplara no votar por él.
Los resultados de la votación del Colegio Electoral deben ser recibidos por el Congreso el 6 de enero, y normalmente son aprobados. Aunque los legisladores pueden objetar aceptar los votos de los electores, sería casi imposible obstaculizar a Biden en ese momento.
La Cámara de Representantes,, controlada por los demócratas, y el Senado, controlado por los republicanos, votarían por separado para resolver cualquier disputa. Una ya ha surgido en Pensilvania, donde 75 legisladores republicanos firmaron el viernes una declaración en la que solicitan al Congreso impedir que los votos electorales del estado sean concedidos a Biden. Sin embargo, el senador federal republicano que representa a la entidad, Pat Toomey, dijo poco después que no objetaría la lista de electores del estado, subrayando la dificultad del intento para modificar los resultados de los comicios en el Congreso.
“En la práctica, sabemos que Joe Biden va a asumir la presidencia el 20 de enero”, declaró Foley.
Eso fue evidente en los días posteriores a la elección, cuando el conteo de los votos por correo dejó claro gradualmente que Biden había ganado en suficientes estados para conseguir la victoria en el Colegio Electoral. Eso fue más evidente a finales de noviembre, cuando cada estado muy disputado ganado por Biden lo certificó como el ganador y nombró a sus electores para el Colegio Electoral.
Trump ha intentado infructuosamente impedir que esos estados certifiquen a Biden como el ganador y nombren a sus electores favorables al exvicepresidente.