En una guerra entre pandillas en una prisión en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, dejó al menos cien reclusos muertos y 52 heridos. Las autoridades la consideran la peor masacre penitenciaria en la historia nacional.
Al menos cinco de los muertos fueron decapitados. El presidente Guillermo Lasso decretó el estado de emergencia en el sistema penitenciario.
Las autoridades atribuyeron el derramamiento de sangre a pandillas vinculadas a los cárteles de la droga.
La oficina de prisiones dijo que “hasta el momento se han confirmado más de cien muertos y 52 heridos” en los sucesos del martes, que involucraron armas, cuchillos y bombas.
“Es una tragedia … que peleas entre bandas, grupos criminales que buscan el control interno lleguen a estos niveles”, dijo a radio FMundo el director del Buró de Prisiones, Bolívar Garzón.
El Departamento de Comunicación de Ecuador dijo que el presidente iba a dar una conferencia de prensa para anunciar los detalles del estado de emergencia. “En la historia del país, no ha habido un incidente cercano a este”, dijo Ledy Zúñiga, ex presidenta del Consejo Nacional de Rehabilitación de Ecuador.
Zúñiga, quien fue ministra de Justicia, dijo que lamentaba que no se hubieran tomado medidas para evitar otra masacre luego de los disturbios habidos en las cárceles en febrero pasado. Las imágenes que circulaban en las redes sociales mostraban decenas de cadáveres en los pabellones 9 y 10 de la cárcel de Guayas.
Horas antes, el número de muertos confirmados era de 30, pero el comandante de la policía regional, Fausto Buenaño, había dicho que aún se estaban identificando los cuerpos encontrados en las tuberías de la prisión.
Las autoridades dijeron que tomó cinco horas recuperar el control de la prisión. La violencia involucró disparos y explosiones y surgió de una disputa entre las pandillas carcelarias “Los Lobos” y “Los Choneros”.
El coronel Mario Pazmiño, ex director de inteligencia militar de Ecuador, dijo que los sangrientos hechos muestran que “el crimen organizado transnacional ha permeado la estructura” de las cárceles ecuatorianas y agregó que los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación operan mediante pandillas locales. “Quieren sembrar el miedo”, dijo después de que las autoridades confirmaron esas cinco decapitaciones.
En julio, el presidente decretó otro estado de emergencia en el sistema penitenciario luego de varios episodios violentos que resultaron en la muerte de más de cien reclusos. Esas muertes ocurrieron en varias cárceles y no en una sola, como la masacre de ayer martes.
El día más sangriento ocurrió en febrero: 79 presos murieron en disturbios simultáneos en tres cárceles del país. En julio, 22 presos más perdieron la vida en la penitenciaría Litoral, mientras que en septiembre un centro penitenciario fue atacado por drones sin dejar víctimas mortales.
Associated Press/OnCuba.