El nuevo presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) comenzó este lunes su gobierno como había prometido: con una reunión con todo el gabinete de seguridad, una conferencia de prensa –algo inusual en sus predecesores– y un mensaje contundente: “Tengo las riendas del poder en las manos, es decir, hay gobierno en México”.
Flanqueado por los mandos de las fuerzas armadas y los responsables de Gobernación y Seguridad, López Obrador dijo que el objetivo de estas reuniones matutinas es tomar el pulso real de la situación de todo el país y garantizar la seguridad de los mexicanos.
Sobre la lucha contra el narcotráfico, AMLO aseguró que no hará “ningún tipo de acuerdo ilegal” con miembros del crimen organizado y señaló que el Ejecutivo tiene muy claro que tiene que “haber una frontera entre autoridades y delincuencia. Cuando ya no hay esa frontera, ya no existe autoridad”.
Según sus primeros informes, el segundo día de su gobierno había desplegados en el país 35,745 efectivos de la policía militar, la naval y la federal en 150 coordinaciones, a los que se integrarán voluntariamente agentes estatales y municipales.
También señaló que las cifras iniciales que le proporcionaron fue que durante el fin de semana se produjeron 50 homicidios al día, un número menor de los 80 asesinatos diarios con los que comenzó 2018. Aclaró que esas cifras son preliminares y que todavía están bajo revisión.
Abrir un espacio con los medios para someterse a todo tipo de preguntas es uno de los ejemplos del nuevo estilo de gobierno que se ha inaugurado en México. “Díganme si esto no es un cambio”, bromeó AMLO con los reporteros.
En el pasado los presidentes mexicanos pocas veces ofrecían conferencias de prensa, pero López Obrador prometió hacerlo casi todos los días, de forma similar a como cuando fue alcalde de la Ciudad de México entre 2000 y 2005.
Arribó al Palacio Nacional en el mismo automóvil compacto blanco que usaba antes de asumir el sábado, rechazó la guardia militar utilizada por presidentes anteriores y viajó con una pequeña comitiva de asesores.
López Obrador se ha mostrado cercano con la ciudadanía y su primer viaje como presidente el domingo al estado de Veracruz fue en un vuelo comercial y sin seguridad, mientras se inicia el proceso de venta del avión presidencial para cumplir con la “austeridad republicana” y el ahorro que ha prometido.
El mandatario también se refirió también al proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, cuya cancelación anunció después de que la propuesta se sometiera a una polémica consulta popular.
En este sentido, aseguró que el fideicomiso que sustenta el multimillonario proyecto de Texcoco que fue rechazado se mantendrá “para que el gobierno cumpla y que los accionistas no pierdan”, es decir, para garantizar todas las inversiones.
Sin embargo, eso no quita que a la vez pueda iniciarse “la construcción de las otras pistas en Santa Lucía”, aclaró, “pero el fideicomiso continúa hasta que se termine con el proceso que tiene que ver con las inversiones”.
Este lunes también debe firmar el decreto para crear una Comisión de la Verdad sobre el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014 en Guerrero con el fin de que se pueda llegar no solo hasta los autores materiales del crimen sino también a los intelectuales.
“No se va a ocultar la verdad, no vamos a encubrir a nadie”, enfatizó.