El principal activo del Gobierno de “los Milei” —Javier y Karina, su hermana y Secretaria General de la Presidencia— es su capacidad para condicionar la agenda pública. Sin embargo, no siempre resulta a su favor, aunque cultiven el arte de leer y proyectar la realidad a conveniencia.
Aun siendo el Gobierno de los grandes grupos económicos afincados en Argentina, Milei insiste en obviar la crisis alimentaria que se avecina y se sube al escenario con su banda de rock. Mientras tanto, algunos empresarios que financiaron su llegada al poder comienzan a ver con desconfianza tanto circo y tan poco pan.
En la Casa Rosada celebraron que llegara el domingo 26 de mayo. Luego de la semana más álgida en lo que va de los seis meses de mandato, había que pasar el 25, aniversario de la Revolución de Mayo (1810), cuando se conformó el primer Gobierno independiente del imperio hispánico. A esta fecha, celebrada con dispar fervor por los argentinos, el Gobierno le imprimió trascendencia fundamental cuando el 1ro de marzo, en la apertura de sesiones ordinarias del parlamento, anunció el “Pacto de Mayo”, una suerte de acuerdo nacional basado en 10 ejes entre economía, política previsional, marco laboral y relaciones exteriores.
El pacto —de acuerdo tenía poco, pues era una proclama gubernamental— estaba marcado por otra grandilocuencia de Milei y su gente: la “Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, proyecto que en sus inicios tenía 182 páginas que se aseguraban la extranjerización de la tierra, la privatización de las empresas del Estado, la desregulación de la economía, la prohibición de la protesta pública y la declinación de la soberanía en varios aspectos. En las negociaciones fue recortado a menos de la mitad y a la altura del viernes pasado, un día antes de la confabulada firma del Pacto de Mayo, no había Ley Bases y no había gobernadores dispuestos a firmar.
Sin embargo, no es lo más resonante de la semana que pasó. El lunes pasado, el dólar “blue”, paralelo e ilegal, comenzó una tendencia alcista que le imprimió un aumento del 20 % a ese mercado financiero. Aunque es una cotización ilegal, se trata de un índice de referencia fundamental para los argentinos en un contexto en el que no hay libre disposición de divisas para cualquiera.
Sucede que, desde la devaluación de diciembre de 2023 que impulsó el Gobierno y la desacelerada, pero sostenida, inflación, el peso quedó demasiado apreciado para las pretensiones exportadoras de uno de los sectores más importantes de la matriz productiva: campo, agroindustria.
Durante mayo se esperaba la cosecha gruesa de soya y trigo, pero los movimientos fueron muy escuetos, se entiende, a la espera de una mejor cotización del dólar oficial exportador. Esto fue aumentando la presión sobre el dólar paralelo, que impacta en el resto de la economía, haciendo que incluso sectores que no dependen de insumos importados remarquen los precios conforme aumenta el “blue”.
En paralelo, una imagen causó estupor. A comienzos de mes, el Ministerio de Capital Humano impulsó una serie de denuncias a comedores populares que prestan servicio a miles de personas de bajos recursos. De los 34 mil comedores y merenderos censados, el Gobierno decidió continuar enviando alimentos solo a 9 mil, basándose en irregularidades detectadas en los demás.
Esta justificación es descartada por la mayor las organizaciones sociales y políticas que coordinan los comedores. Aducen que se trata de casos aislados o bien errores de interpretación en los registros. La imagen que causó estupor fue la de un galpón del Ministerio en cuestión en el que se encontraban almacenadas toneladas de alimentos próximos a vencer. Un revés judicial para el Gobierno obligó al Ministerio a distribuir en un plazo de tres días todo el contenido retenido.
Esto adquiere mayor magnitud si se visualiza la escala del ajuste que impacta en la recesión. Se conocieron la semana pasada indicadores económicos que muestran el nivel de actividad. En lo que va de la Era Milei, la Construcción cayó un 30 %, la actividad industrial más del 15 % y el consumo un 35 %.
La profundidad de la contracción económica hace coincidir a casi todos los formadores de opinión en que el aclamado rebote en V para el segundo semestre, con suerte, será sostener la economía para que no se caiga definitivamente.
Ni las sumas extraordinarias que se otorgaron a las jubilaciones en marzo y en abril, ni el aumento a las tarjetas para comprar alimentos que tienen algunas personas de bajos ingresos llegan ni remotamente a compensar la pérdida del poder adquisitivo que supone la contracción.
En medio del retroceso industrial llegó el invierno en pleno otoño y, ante el miedo de que escasee el gas en los hogares, el Gobierno decidió limitar la disponibilidad de combustible para las industrias. Sucede que, como parte de los ajustes a la obra pública determinados en enero pasado, prácticamente no hubo avances en la puesta en marcha definitiva del gasoducto Néstor Kirchner, que conecta Vaca Muerta, Neuquén, con el trazado de la Provincia de Buenos Aires, lo mismo para exportación que para consumo doméstico. Así, las industrias deberán pasar el invierno con turnos acotados para maximizar el uso del combustible.
Mientras tanto, en Misiones, la provincia de las Cataratas del Iguazú, la Triple Frontera y la yerba mate, hace más de diez días una protesta conducida por policías y docentes no tiene tregua.
Los reclamos salariales son elocuentes: sobre una canasta básica de 828 mil pesos (unos 700 dólares estadounidenses), una maestra gana en promedio 340 mil (aproximadamente 280 USD). Después de tres propuestas de aumento salarial, no hubo acuerdo, el comando radioeléctrico de la policía está tomado y el resto de los gobernadores argentinos empiezan a mirar de reojo el caso de Misiones porque puede ser la bola de cristal.
Parte de las negociaciones por la Ley Bases, que tiene media sanción en Diputados y aguarda en el Senado por el dictamen de comisión (esperado para la semana en curso), se centran en los pequeños acuerdos que cada provincia puede regatear y, sobre todo, por el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
Se trata de una gran apuesta del Gobierno para atraer las divisas que necesita para avanzar con la tan vendida dolarización de la economía y que consiste en exenciones impositivas inéditas a las industrias extractivistas, fundamentalmente minería e hidrocarburos.
Guardando los trofeos ideológicos en la vitrina, parece haber consenso entre varios gobernadores en apoyar este proyecto, que dotaría de negocios frescos en el corto plazo a las provincias intensivas en minería.
Mientras se desarrollaba la semana con más frentes abiertos para los Milei, en Balcarce 50, la puerta de entrada de la Casa Rosada, la pregunta que más se repetía era: ¿Qué pasa con el Jefe de Gabinete? Es que Nicolás Posse, antiguo compañero de Javier Milei en las oficinas del todopoderoso Eduardo Eurnekian (dueño de los aeropuertos, campos y varias empresas argentinas), acumuló versiones de renuncia desde que quedó en evidencia que el presidente lo responsabiliza por los desatinos de gestión que impactan en la sanción de la Ley Bases.
En lugar de desmentir las versiones y confirmarlo en su cargo, el Jefe de Gabinete fue obviado en el protocolo en los actos del 25 de mayo, mientras que sus compañeros fueron calificados como “rockstars”, “genios” y “magos”.
La semana en curso encontró al presidente argentino viajando a Los Ángeles para reunirse con Mark Zuckerberg. Es el sexto viaje que Milei emprende desde que asumió, y serán ocho para mediados de junio, luego de visitar a Bukele en El Salvador y de la reunión del G7 en Europa. Supera ya en cantidad de viajes a todos los presidentes de la democracia reciente en esa cantidad de tiempo.
Ninguno de los viajes ha incluido actos oficiales con autoridades de otros países, y cuatro de ellos han sido a Estados Unidos (dos para encontrarse con Elon Musk).
En España —donde no se reunió con el presidente del Gobierno ni con el rey, sino con el líder de Vox, anfitrión de la convención Europa Viva 24— se ocupó de insultar a la esposa de Pedro Sánchez. Ante la ausencia de una disculpa, el hecho concluyó con que España retirase a su embajadora en Buenos Aires.
Al regresar a Argentina, Milei presentó su último libro en el legendario Luna Park, con una críptica clase de economía anarco-liberal y un concierto de rock consigo mismo como front-man.
Las encuestas recientes muestran que la imagen positiva de Milei se mantiene alrededor del 50 % y, a pesar de que la gente considera negativas la mayoría de sus medidas, confían en que va a continuar la baja de la inflación (hoy en torno al 8 % mensual) y que eventualmente se recuperará la economía. Las crónicas de la presentación del libro en el Luna Park, por su parte, cuentan que a último momento decidieron abrir las puertas del estadio porque en las fotos se veía demasiado vacío.
El lunes llegó a aguas argentinas el portaaviones nuclear USS George Washington con 5400 efectivos estadounidenses. Diferentes ejercicios y maniobras se realizarán con personal de ambos países y se espera que ministros y el propio presidente aborden la nave en lo que será la confirmación de la alianza estratégica entre Argentina y el SOUTHCOM, un viejo anhelo de Estados Unidos que parece comenzar a cristalizar.