El expresidente de Perú Alberto Fujimori falleció este miércoles Lima a los 86 años, según informó su familia.
Su muerte tuvo lugar después de “una larga batalla contra el cáncer”, confirmó su hija y heredera política Keiko Fujimori.
Hacía menos de un año, en diciembre de 2023, había salido por última vez de la cárcel, luego de que el Tribunal Constitucional ratificara un fallo anterior. En él se le restituía el indulto que le otorgara en 2017 el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, revocado un año después.
Despreciado por unos y ensalzado por otros, Fujimori es una figura controversial y divisiva de la historia reciente de su país; alguien considerado por muchos un autócrata y un dictador, y, al mismo tiempo, con no pocos simpatizantes por su manejo de la economía y la lucha antiterrorista.
Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma.
Gracias por tanto papá!
Keiko, Hiro, Sachie y Kenji Fujimori.— Keiko Fujimori (@KeikoFujimori) September 11, 2024
El “hombre fuerte”
Hijo de inmigrantes japoneses, llegó al poder en 1990, tras derrotar en las urnas al escritor y político Mario Vargas Llosa.
Su mandato sacó al país del borde del colapso económico, pero también estuvo plagado de denuncias de violaciones de derechos humanos y corrupción, por las que luego fue condenado décadas después a 25 años de cárcel, reseña la CNN.
Considerado en un principio como un outsider político, pronto se convirtió en un gobernante autoritario que detentó el poder durante un década, a través de reelecciones en las que no faltaron las acusaciones de fraude, pero que lo confirmaron como “hombre fuerte” de Perú.
Entre sus éxitos suelen citarse el haber detenido la “hiperinflación” que heredó del gobierno anterior y haber derrotado a grupos considerados terroristas como Sendero Luminoso.
En 1992, Fujimori dio un autogolpe de Estado con el apoyo de las Fuerzas Armadas que lo llevó a asumir todos los poderes tras cerrar el Congreso e intervenir el Poder Judicial y el Tribunal de Garantías Constitucionales.
Como resultado de la la presión internacional, el mandatario convocó a un Congreso Constituyente que promulgó en 1993 una nueva Constitución Política, aún vigente, y se mantuvo gobernando hasta su caída en desgracia en el año 2000 como consecuencia de una red de corrupción liderada por Vladimiro Montesinos, figura muy cercana a él.
Caída en desgracia
Con todas las miradas encima, Fujimori anunció la convocatoria de nuevas elecciones y poco después escapó del país. Renunció a la presidencia a través de un fax desde Japón, donde permaneció hasta 2005, mientras pesaban acusaciones en su contra en su país.
Sin embargo, al viajar a Chile fue detenido y posteriormente extraditado a Perú en 2007.
A partir de entonces enfrentó una publicitada batalla legal que lo llevó a prisión en 2009, si bien sus opositores cuestionaron que fuera recluido en una “cárcel dorada”, con beneficios que no se tributaban a otros presos.
Con varias enfermedades, entre ellas cáncer, recibió un polémico indulto en 2017 del presidente Kuczynski, revertido tras la renuncia de este un año después. Ello devolvió a Fujimori a la cárcel, de la que finalmente salió a fines del pasado año.
En sus últimos años se agravaron sus problemas de salud y no escapó de nuevas causas, en particular la del llamado “caso Pativilca”, por el asesinato de seis dirigentes comunales de esa localidad del norte de la región Lima.
La polémica en torno a su figura ha llegado a dos de sus cuatro hijos, también involucrados en la política: la tres veces candidata presidencial Keiko, juzgada actualmente por presunto lavado de activos, y el exlegislador Kenji, condenado a 54 meses de prisión por tráfico de influencias, apunta EFE.
(Con información de medios internacionales)