El canciller mexicano Marcelo Ebrard dijo el martes que el presidente Donald Trump le expresó agradecimiento por los esfuerzos realizados por su gobierno para reducir la migración no autorizada.
Ebrard relató que durante el diálogo de diez minutos sostenido en la Oficina Oval Trump no mencionó la posibilidad de imponer aranceles a México, tal como lo había hecho antes de que ambos países suscribieran un acuerdo migratorio binacional hace tres meses.
“Fue bastante amable, positivo, agradecido con México”, dijo el canciller mexicano durante una conferencia de prensa que ofreció en la embajada justo antes de regresar a su país. Fue “un gesto de decir que vemos con buenos ojos lo que están haciendo”.
Ebrard señaló que desde la adopción del acuerdo en junio, México ha registrado un descenso de 70% en el flujo de migrantes centroamericanos y de 7% en el de mexicanos.
“Tuve la oportunidad de explicar al presidente que estamos a 90% del objetivo principal. Es importante tener una reducción de la migración en términos históricos y estamos muy cerca de ese punto”, agregó.
Ebrard dijo haberle explicado a Trump que el presidente Andrés Manuel López Obrador y el Senado mexicano se oponen a un acuerdo que otorgue a México el estatus de tercer país seguro, según el cual los extranjeros que se encuentren en territorio mexicano solo podrían solicitar asilo en México y no en Estados Unidos.
Por su parte, la Casa Blanca indicó en un comunicado que ambas partes acordaron que “si bien ha habido progreso, queda por delante más trabajo para reducir aún más el flujo de migrantes ilegales a Estados Unidos”.
El encuentro con Trump siguió a otra reunión más prolongada con el vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Mike Pompeo, el secretario interino de Seguridad Nacional Kevin McAleenan, el consultor jurídico Pat Cipollone y el asesor Jared Kuchner.
Ebrard señaló que el encuentro transcurrió en términos amistosos y lo contrastó con la intervención la víspera del jefe interino de la policía migratoria y aduanera (CBP por sus siglas en inglés) Mike Morgan, cuyo tono describió como “inaceptable”.
Ebrard presentó como un gran logro la activación la semana próxima de un grupo de trabajo binacional para cuantificar cada mes las armas estadounidenses que ingresan ilícitamente a México, aunque un comunicado emitido por la Casa Blanca no menciona ese punto.
Ebrard dijo que también acordaron celebrar “pronto” una reunión con la Corporación Financiera para el Desarrollo Internacional (DFC por sus siglas en inglés), el nuevo ente gubernamental estadounidense a cargo de invertir en el desarrollo internacional.
México lleva meses insistiendo para que Estados Unidos incremente el financiamiento a proyectos que impulsen el desarrollo y generen empleos en el sur de México y los países centroamericanos que integran el Triángulo Norte, con la meta de mitigar el flujo migratorio no autorizado hacia Estados Unidos.