La exguerrillera holandesa Tanja Nijmeijer, alias “Alexandra Nariño” y parte del equipo que negoció la paz en La Habana, renunció al partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) porque no se sentía “sintonizada” con las decisiones tomadas por ese movimiento político.
“Presento mi renuncia al partido, no cumpliré más tareas partidarias. Estaré disponible para cualquier cosa que puedan necesitar en lo personal, ya que parto con un sincero aprecio para muchos y muchas de ustedes”, explicó la holandesa en un comunicado dirigido a su partido.
La exguerrillera añadió que “cuando se lleva años en un espacio sin sentirse sintonizada con lo que se decide, discute o planifica, es hora de partir antes de convertirse en obstáculo”.
Igualmente expresó su desacuerdo con el manejo que le han dado los jefes de las FARC al partido político del que dice “ha mutado” en algo que no puede “asimilar todavía, quizás comprender nunca”.
“Pero de lo que sí estoy segura, es que ya no encaja conmigo”, agregó.
Beneficios del acuerdo de paz
La exguerrillera holandesa tiene en Colombia una “visa de residente especial para la paz” que le fue expedida en febrero de 2018 y pese a renunciar al partido FARC no perderá los beneficios que obtuvo al acogerse al acuerdo de paz firmado por las FARC y el Gobierno en 2016.
“El hecho de que ella haga parte o no de un partido político, en este caso de la FARC, no le quita ninguna de las prerrogativas derivadas del proceso de paz en su calidad de extranjera al estar certificada (…) como parte de los listados de los exmiembros de las FARC”, afirmó el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, a periodistas.
Agregó que ella “conserva los derechos independientemente de que haga parte o no del partido FARC (…) Si hay citaciones de la JEP (Justicia Especial para la Paz) esta persona debe cumplir con esas citaciones, debe cumplir con las obligaciones derivadas de cumplir su compromiso con el acuerdo”.
Jaaaaajajajajaja!!!! En últimas, nada de esto le ayuda a la paz, ni a la unidad, ni a la izquierda. Tenemos un "talento" innegable para impulsar la derecha. Bye. pic.twitter.com/EVYxOqBxeH
— Tanja Nijmeijer (@nijmeijer_tanja) May 24, 2019
Otra renuncia
Casi en simultáneo a la renuncia de Nijmeijer se conoció la de Andrés Mauricio Zuluaga Rivera, quien en su época de guerrillero era conocido con el alias de “Martín Batalla”.
“Actualmente no me siento representado ni en sus posiciones oficiales, ni en su dirigencia y mucho menos en la forma en la que se han venido tomando ciertas decisiones dentro del mismo. Por eso, también como muchos otros prefiero hacerme al lado de la militancia partidaria”, dijo Zuluaga en una carta dirigida al partido FARC, cuyo presidente es Rodrigo Londoño, “Timochenko”.
Añadió que seguirá “luchando por el proceso de implementación del acuerdo de paz y brindando toda la ayuda en este proceso” a quienes están al mando del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) ubicado en Anorí, departamento de Antioquia (noroeste), en donde exguerrilleros hacen la transición a la sociedad.
Varios militantes del partido FARC han renunciado pero la más significativa fue la ocurrida en noviembre del año pasado, cuando al menos 39 de ellos dejaron el partido alegando falta de consolidación de la colectividad, especialmente en Bogotá.
Militante desde los noventa
La holandesa llegó en la década de 1990 a Colombia y pocos años después de unió a las FARC, guerrilla de la cual se convirtió en uno de los rostros más reconocidos cuando el Ejército encontró sus diarios en un campamento.
En el proceso de paz en La Habana, Nijmeijer hizo parte del equipo negociador de las FARC con el Gobierno.
Luego de la firma del acuerdo de paz, el Gobierno colombiano expidió un decreto para crear una visa de “residente especial de paz” para los extranjeros que formaron parte de las FARC y fueron debidamente identificados, entre ellos la holandesa.
En abril del año pasado la Justicia Especial de Paz (JEP), que investiga los crímenes cometidos en el conflicto armado, llamó a declarar a 16 exguerrilleros de las FARC de rango medio y bajo, entre ellos Nijmeijer, como parte del proceso que lleva a cabo por secuestros cometidos por ese grupo.
Los desmovilizados, dice la JEP, supuestamente participaron en el secuestro de 12 diputados del Valle del Cauca el 11 de abril del 2002.
También de los indigenistas estadounidenses Terence Freitas, Ingrid Washinawatok y Laheenae Gay el 25 de febrero de 1999, así como el de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt y su entonces compañera de fórmula a la Presidencia, Clara Rojas, en febrero de 2002.
Once de los doce diputados secuestrados y los tres indigenistas estadounidenses fueron asesinados por la entonces guerrilla de las FARC.