El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató este domingo una nueva crisis diplomática en la región al acusar a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, de ser “un líder del narcotráfico” y anunciar la suspensión inmediata de toda ayuda financiera a Colombia.
“El presidente colombiano Gustavo Petro es un líder del narcotráfico que incentiva la producción masiva de drogas, tanto en campos grandes como pequeños, por toda Colombia”, escribió Trump en su plataforma Truth Social.
“Se ha convertido, con diferencia, en el mayor negocio de Colombia, y Petro no hace nada para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala de EE. UU., que no son más que una estafa a largo plazo. A partir de hoy, estos pagos, o cualquier otra forma de pago o subsidio, dejarán de realizarse a Colombia”.
Trump amenazó con que si Petro no cierra “estos campos de muerte de inmediato”, Estados Unidos “los cerrará por él, y no será de manera amable”.
Colombia fue uno de los mayores receptores de ayuda estadounidense en el hemisferio —alrededor de 413 millones de dólares que Washington canalizaba a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)—, pero ese flujo de dinero fue interrumpido este año por el cierre de USAID.
La agencia Reuters dijo que no pudo determinar de inmediato a qué pagos se refería Trump.
La escalada militar en el Caribe
Este domingo, el Secretario de Guerra Pete Hegseth confirmó a través de su cuenta en X que el pasado viernes ocurrió un nuevo “ataque cinético letal contra un buque afiliado al Ejército de Liberación Nacional (ELN)”, a la que denominó “organización terrorista” que opera en el “área de responsabilidad” del Comando Sur.
Hegseth afirmó que “el buque estaba involucrado en el contrabando ilícito de narcóticos, navegaba por una ruta conocida de narcotráfico y transportaba cantidades sustanciales de narcóticos”.
El ataque, dijo, se realizó en aguas internacionales y confirmó que tres personas murieron a bordo de la embarcación bombardeada, al tiempo que “ninguna fuerza estadounidense resultó herida”.
Hegseth comparó los cárteles de narcotráfico con Al Qaeda. “El ejército estadounidense tratará a estas organizaciones como los terroristas que son: serán perseguidos y aniquilados, igual que Al Qaeda”.
Con este ya suman al menos siete bombardeos, desde comienzos de septiembre de 2025, confirmados por Estados Unidos, y con un saldo oficial de al menos 30 muertos.
Reacciones desde Colombia
La respuesta del gobierno colombiano fue inmediata. Petro escribió en X: “Trump está engañado de sus logias y asesores. El principal enemigo que tuvo el narcotráfico en Colombia fue, en el siglo XXI, el que le descubrió sus relaciones con el poder político de Colombia. Ese fui yo”.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, calificó como un irrespeto a Colombia cualquier declaración que ataque al presidente de la República en los términos utilizados por Trump, subrayando que Petro fue elegido democráticamente. El funcionario defendió el compromiso del país con la lucha antinarcóticos.
El procurador general, Gregorio Eljach, y la defensora del Pueblo, Iris Marín, exigieron pruebas que sustenten las acusaciones de Trump contra un presidente elegido democráticamente y sin antecedentes penales.
Sin embargo, la oposición colombiana aprovechó las declaraciones para atacar al gobierno. La senadora María Fernanda Cabal del Centro Democrático responsabilizó a Petro por llenar al país “de coca y de grupos ilegales”, mientras que la precandidata presidencial Vicky Dávila acusó al mandatario de permitir el avance del narcotráfico.
La postura de Petro frente a las operaciones en el Caribe
El sábado 18 de octubre, Petro alertó sobre las posibles consecuencias de los bombardeos estadounidenses en el mar Caribe, advirtiendo que estas acciones militares podrían estar afectando directamente a pescadores colombianos. El presidente señaló que “los misiles están cayendo probablemente sobre lanchas colombianas y sobre pescadores”.
Petro criticó al Gobierno de Estados Unidos en medio de la creciente tensión con Venezuela, y aunque aclaró que “no reconoce” al Gobierno de Nicolás Maduro, advirtió que no puede estar de acuerdo con “acciones violentas” ni con una eventual intervención militar estadounidense en el país vecino.
Desde Puerto Asís, en el departamento del Putumayo, Petro advirtió sobre los peligros de considerar una operación unilateral en Venezuela como una maniobra simple: “Creen que es un jueguito, que va a llegar una operación, se lleva a Maduro y se acabó, como si nada hubiera pasado”.
Petro asegura que EEUU violó soberanía de las aguas colombianas
Venezuela responde
Maduro denunció en un acto público en Caracas lo que calificó como “golpes de Estado orquestados por la CIA” y rechazó cualquier intento de intervención extranjera en la región, expresando: “No al cambio de régimen… no a los golpes de Estado dados por la CIA… América Latina no los quiere, no los necesita y los repudia”.
La Cancillería de Venezuela rechazó las declaraciones “belicistas y extravagantes” de Trump, considerándolas una “gravísima violación del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas”.
El presidente venezolano firmó un decreto para la declaración del estado de conmoción externa, situación de emergencia con excepcionalidades, con vistas a su entrada en vigor en caso de agresión externa.
Un conflicto regional con consecuencias hemisféricas
El despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe incluye al menos ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aproximadamente 4500 soldados, según informes de agencias internacionales. Lo que oficialmente se presenta como una guerra contra el crimen organizado ya está siendo interpretado en pasillos diplomáticos como una confrontación estratégica contra el gobierno de Maduro.
Las tensiones entre Washington y Bogotá se suman a una relación ya deteriorada tras la crisis diplomática de enero de 2025, cuando Petro rechazó inicialmente un vuelo de ciudadanos colombianos deportados y Trump amenazó con elevar aranceles.
En septiembre pasado, Estados Unidos eliminó a Colombia de la lista de países que luchan contra las drogas por haber “incumplido manifiestamente” sus obligaciones en virtud de los acuerdos internacionales de antinarcóticos, y el gobierno estadounidense revocó la visa de Petro mientras asistía a la Asamblea General de la ONU.
La escalada actual plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre dos países que han sido aliados históricos desde el Plan Colombia, y pone en riesgo la estabilidad de una región ya convulsionada por crisis políticas, económicas y migratorias.