El Gobierno de Venezuela denunció este sábado el asalto y ocupación ilegal de un buque pesquero por parte de la Marina de Estados Unidos en aguas venezolanas.
Este hecho se suma al amplio despliegue militar estadounidense en el Caribe que Caracas interpreta como una provocación y una amenaza directa a su soberanía, mientras impulsa el entrenamiento de milicianos para hacer frente a una posible invasión norteamericana.
El canciller de Venezuela, Yván Gil, expuso en una rueda de prensa un video sobre la supuesta ocupación que —según dijo— ocurrió en la zona exclusiva de Venezuela sobre una embarcación atunera que contaba con la autorización del Ministerio de Pesca para su faena.
Según un comunicado divulgado por la Cancillería venezolana, un destructor de la Marina estadounidense “asaltó de manera ilegal y hostil” el viernes el buque pesquero que se encontraba a unas 48 millas náuticas al norte de la Isla La Blanquilla.
En la embarcación, de acuerdo con Gil, iban nueve pescadores que fueron sorprendidos por 18 militares armados de EE.UU., los que ocuparon la nave durante ocho horas, tiempo en el cual los trabajadores quedaron incomunicados.
La Cancillería calificó la operación de “desproporcionada” y una provocación directa para justificar una escalada bélica.
Venezuela asegura que su Fuerza Armada monitoreó y acompañó a los pescadores hasta su liberación y que rechaza este tipo de acciones “que ponen en riesgo la seguridad y la paz del Caribe”.
Hasta el momento el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado de EE.UU. no han ofrecido comentarios oficiales sobre este incidente, confirmó CNN tras solicitar respuesta.
Escalada militar y acusaciones mutuas
Estados Unidos ha incrementado su presencia militar en el Caribe con ocho destructores, un submarino de propulsión nuclear y aviones de combate F-35 cerca de las costas venezolanas.
Washington argumenta combatir el narcotráfico, en particular contra el denominado Cártel de los Soles, organización que la Administración Trump vincula al Gobierno de Maduro y a la que acusa de narcotráfico y corrupción.
En agosto, las fuerzas estadounidenses atacaron una supuesta narcolancha en un operativo que dejó 11 muertos, lo que causó un repunte en las tensiones bilaterales.
Maduro y sus ministros han rechazado las afirmaciones, tachando el presunto cártel y las acusaciones de una “gran mentira para manipular”.
En este contexto, el ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, expresó en un acto público en un cuartel militar que Venezuela está en “una fase de organización y coordinación” con la milicia y la Fuerza Armada para hacer frente a cualquier agresión.
El dirigente gubernamental advirtió que quien pise territorio venezolano enfrentará “una guerra de 100 años” y que el pueblo “no tiene miedo”.
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Masivo entrenamiento militar
El sábado, coincidiendo con la denuncia por el asalto al pesquero, el Gobierno venezolano realizó un masivo ejercicio militar con milicianos y efectivos de la Fuerza Armada en 312 cuarteles y unidades castrenses convocados por Maduro.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, señaló que EE.UU. está realizando “un brutal ejercicio psicológico” contra Venezuela, pero aseguró que el país está dispuesto “a dar la vida” para defender su soberanía.
El “Plan Independencia 200”, anunciado esta semana, prepara al país no solo para la “lucha no armada” sino también para la “lucha armada” si Washington decide continuar con acciones agresivas.
Mientras, desde la oposición venezolana, Edmundo González, exiliado en España, advirtió que el despliegue militar estadounidense y la presencia de miles de efectivos en la región sugieren una escalada inminente.
González, quien es proclamado como el presidente legítimo por los opositores venezolanos, llamó a Maduro a reflexionar y abandonar el país ante la crisis.
“Algo tiene que pasar. (Hay) 4 mil o 6 mil efectivos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos acantonados allí en una isla cerca de Venezuela, cuatro naves de guerra, aviones F-35. Todo esto es un movimiento muy importante. Algo tiene que ocurrir, no hay duda de eso”, afirmó a la televisión española.
Por su parte, el partido opositor Vente Venezuela (VV), liderado por María Corina Machado, denunció este sábado la detención de Elizabeth Rodríguez y Juan Torres, ambos colaboradores en el estado Trujillo y exigió conocer su paradero.
Según la organización Foro Penal, citada por medios de prensa, en Venezuela hay 823 presos políticos, pese a que el Gobierno niega que en el país haya detenidos por tales motivos y asegura que los detenidos cometieron delitos comunes.