El brazo armado del movimiento de resistencia palestino Hamás, las Brigadas Ezzeldin Al Qassam, publicaron este domingo un vídeo en el que aseguran que tres rehenes, entre ellos un ciudadano con pasaporte estadounidense, fallecieron durante la operación israelí para rescatar a cuatro israelíes bajo cautiverio en el campo de refugiados gazatí de Nuseirat.
En el mensaje de vídeo dirigido a familias israelíes de rehenes, publicado en Telegram y recogido por el diario Filastin, las brigadas aseguran que “vuestro gobierno está matando a prisioneros para salvar a otros, y el tiempo se agota”.
Hamás denunció igualmente que 274 personas murieron y 698 resultaron heridas por la ola de bombardeos desencadenada por Israel contra Nuseirat y alrededores para facilitar la operación.
Sesenta y cuatro de los muertos eran niños y 57 mujeres, detalló la oficina de prensa del gobierno de Gaza, dirigido por Hamás, difundió la agencia española EFE.
Este domingo, las fuerzas israelíes volvieron a bombardear el centro de Gaza y los tanques avanzaron hacia otras zonas de Rafah en un intento de cercar parte de la sureña ciudad, limítrofe con Egipto, consignó un despacho de la agencia británica Reuters.
El avance de los blindados israelíes encontró resistencia de grupos armados atrincherados y dirigidos por Hamás, según narraron a Reuters residentes atrapados en sus casas.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) precisó que hasta el 5 de junio se habían marchado todos los desplazados que se habían refugiado en la zona oriental de Rafah, tras huir de las sucesivas embestidas israelíes de norte a sur en Gaza.
“Intención genocida…Más claro, el agua”, dice relatora de ONU para Palestina
La relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, aseguró que la liberación de los cuatro rehenes “por mucho alivio” que le produce, “no debería haber ocurrido a costa de las vidas de muchos palestinos”.
Albanese respaldó la versión- negada por Israel – de que las fuerzas de rescate emplearon “con intención pérfida” falsos vehículos de asistencia para infiltrarse en Nuseirat, en lo que describió como una maniobra de “camuflaje humanitario a otro nivel”.
La relatora acusa a Israel de emplear a los rehenes como excusa para “legitimar el asesinato, la mutilación y la muerte por inanición de los palestinos de Gaza” y asegura que “Israel podría haber conseguido la liberación de estos rehenes durante el primer alto el fuego, en noviembre pasado”.
“Sin embargo, Israel acabó negándose para seguir destruyendo a Gaza y a los palestinos, como pueblo. Esto es una intención genocida convertida puesta en acción. Más claro, el agua”, enfatizó.
Por su parte, el jefe humanitario de Naciones Unidas, Martin Griffiths, describió el bombardeo israelí de este sábado sobre el campamento de refugiados de Nuseirat y sus alrededores del centro de Gaza como el “epicentro del trauma sísmico”, que padece la población del enclave palestino desde el estallido del conflicto entre Israel y Hamás hace ya ocho meses.
Otros frentes
Israel y Líbano comenzaron este domingo con un cruce de golpes de artillería que sigue a la jornada del sábado, en la que los milicianos chiíes del movimiento de resistencia Jizbullah ejecutaron hasta 11 ataques contra el país hebreo haciendo de la jornada una de las más intensas desde que comenzó la escalada de violencia en la frontera en octubre pasado.
El sábado por la tarde, un bombardeo israelí contra la localidad de Aitaroun mató a dos civiles libaneses, lo que intensificó la ofensiva de la milicia levantina que lanzó drones de asalto y cohetes Katyusha contra posiciones militares en el norte de Israel, cuyas ciudades y poblados se han convertido en zonas fantasmas dada la evacuación de sus habitantes por la guerra.
Por su parte, los rebeldes chiíes hutíes afirmaron este domingo que atacaron al destructor británico HMS DIAMOND y dos buques comerciales en el mar Rojo y Arábigo, en respuesta a la masacre israelí en el campo de refugiados de Nuseirat, recogió un informe de la agencia española EFE.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, precisó en un comunicado que sus unidades llevaron a cabo una “doble operación militar”con un “número de misiles marítimos, balísticos y drones” contra dos buques: el ‘Norderney’, de bandera de Antigua Barbuda, y el ‘MSC Tavvishi’, de bandera de Liberia.