Varios países comenzaron este miércoles a evacuar a sus ciudadanos de Wuhan, la ciudad china más afectada por el brote de un nuevo coronavirus que ya ha infectado a más personas en la nación asiática de las que enfermaron de SARS.
El número de casos confirmados llegó a 5.974, superando a los 5.327 infectados de SARS en la China continental durante el brote de 2002-2003.
La cifra de muertos llegó a 132, aún por debajo de los 348 que dejó el SARS en China. Los científicos dicen que aún quedan por descubrir muchos detalles cruciales sobre el nuevo virus, como su gravedad y su capacidad de contagio.
Un vuelo japonés que llevaba a varios evacuados de la ciudad de Wuhan llevaba a cuatro pasajeros con tos y fiebre. Dos recibieron un diagnóstico de neumonía.
Los tres hombre y una mujer fueron trasladados a un hospital de Tokio en ambulancias separadas para recibir tratamiento y pasar más controles médicos. Otra mujer sufrió náuseas en el aeropuerto y también fue hospitalizada.
En un primer momento se desconocía si estaban infectados con el nuevo coronavirus, detectado en Wuhan en diciembre. Sus síntomas, que incluyen tos y fiebre y en los casos más graves neumonía, son similares a los de muchas otras enfermedades.
Las nuevas cifras reportadas por China añadieron 26 muertos, todas salvo una en la provincia de Hubei y su capital, Wuhan. El número de casos creció en 1.459 respecto al día anterior, un pequeño aumento respecto a los 1.771 casos nuevos del lunes. En el extranjero se han confirmado más de 50 infecciones.
Emiratos Árabes Unidos, base de las operadoras de vuelos de larga distancia Emirates y Etihad, confirmó el miércoles sus primeros casos en miembros de una familia llegada de Wuhan, según la agencia estatal de noticias. En un primer momento no estaba claro cuántos familiares estaban enfermos.
British Airways anunció el miércoles la suspensión inmediata de todos los vuelos con origen y destino en la China continental, después de que el gobierno británico recomendara no viajar al país si no era necesario.
“Nos disculpamos con los clientes por los inconvenientes, pero la seguridad de nuestros clientes y tripulación siempre son nuestra prioridad”, indicó en un comunicado la compañía, que opera vuelos diarios desde el aeropuerto londinense de Heathrow a Shanghái y Beijing.
El brote también ha afectado a eventos deportivos internacionales. La Federación Internacional de Hockey pospuso juegos de la Pro League en China y los eventos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de fútbol, baloncesto y boxeo que se habían programado en febrero se estaban trasladando a otros países. Quedan 177 días para el inicio de los Juegos Olímpicos, y los organizadores en Tokio estaban en alerta por los posibles efectos indirectos del brote.
En Australia, las autoridades sanitarias anunciaron que se había colocado en cuarentena a la selección femenina de fútbol china en la ciudad de Brisbane por preocupaciones por su paso por Wuhan una semana antes.
El equipo se quedaría aislado en un hotel hasta el miércoles de la próxima semana. Ninguna de las 32 jugadoras ni el personal técnico había mostrado síntomas.
Aviones arrendados para evacuar a ciudadanos japoneses y estadounidenses despegaron de Wuhan el miércoles por la mañana, mientras otros países preparaban evacuaciones similares de zonas que China ha aislado en un intento de controlar el virus. El bloqueo a 17 ciudades ha dejado a más de 50 millones de personas en las zonas controladas, en la mayor operación de control de enfermedades de la historia.
Un avión con estadounidenses a bordo salió de Wuhan e hizo escala en Anchorage, Alaska, antes de continuar su viaje hacia el sur de California.
Los 201 pasajeros ya habían pasado dos controles en China y fueron revisados dos veces más en Achorage por los Centros estadounidenses de Control y Prevención de Enfermedades. Un pasajero recibió atención médica para una lesión menor sufrida antes de embarcar al avión en China, según una nota de prensa del Departamento de Salud y Servicios Sociales de Alaska.
Estaba previsto que el avión aterrizara en una base aérea en el condado californiano de Riverside, donde los pasajeros pasarán nuevos controles sanitarios y completarán el proceso de repatriación.
En el aeropuerto de Tokio, Takeo Aoyama, empleado de la filial de Nippon Steel Corp. en Wuhan, dijo a la prensa que estaba aliviado de haber podido regresar a casa.