Unas 1.000 personas participaban el sábado en una marcha cristiana en el centro de Hong Kong, en el inicio del 13er fin de semana consecutivo de protestas prodemocracia en el territorio semiautónomo chino.
Tras congregarse en un estadio de atletismo, los asistentes marcharon hacia una iglesia metodista y a la sede de la policía. Durante el recorrido, la multitud alternó himnos religiosos con consignas del movimiento prodemocracia que tomó las calles de Hong Kong desde hace más de dos meses.
Un anuncio de la manifestación publicado en internet la calificó de “oración por los pecadores”, e incluía una cruz cristiana y una fotografía de la cuestionada jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam.
Las autoridades rechazaron en la víspera la petición de otro grupo para celebrar una gran marcha, pero se preparaban otras marchas no autorizadas y cerraron las calles y el metro cerca de la oficina del gobierno chino en la ciudad, a unos 5 kilómetros (3 millas) al oeste del acto religioso.
“Se espera un evento público en la isla de Hong Kong esta tarde que podría causar graves interrupciones”, dijo la policía. “Se han enviado mensajes de texto para avisar a la población sobre su seguridad personal”.
El sábado se cumple el quinto aniversario de la decisión del gobernante Partido Comunista de no permitir elecciones democráticas plenas en el territorio.
Las concentraciones religiosas no requieren de la aprobación de la policía, pero las autoridades dijeron el viernes en la noche que las procesiones con más de 30 personas sí la necesitan.
Los participantes en la marcha religiosa eran pacíficos y en su mayoría mayores que los jóvenes que lideraron el movimiento de protesta durante el verano y, que en algunos casos, bloquearon calles y se enfrentaron a la policía con ladrillos, palos y bombas incendiarias.