Casi la totalidad de los 25 millones de habitantes de Shanghái fueron confinados ayer debido al peor brote de coronavirus en China en dos años. La capital económica de China se ha convertido en los últimos días en el centro de una nueva ola de contagios relacionada con la variante Ómicron.
Para evitar un confinamiento total, las autoridades primero sellaron alternativamente las dos mitades de la ciudad para realizar una selección general.
La parte occidental de Shanghái fue confinada el viernes, cuando el este debía levantar sus restricciones después de cuatro días de cierre.
El ayuntamiento anunció finalmente un mantenimiento más o menos estricto de las medidas en casi la totalidad de esta parte de Shanghái.
Esta decisión equivale, de hecho, a un confinamiento de la ciudad más grande de China, donde están implantadas numerosas multinacionales y que representa alrededor del 4% del PIB chino.
La baja letalidad en China se atribuye principalmente a la campaña histórica de inmunización que avanza regularmente y que el viernes llegó a 13 140 213 dosis aplicadas entre la primera, segunda y tercera olas a personas desde los cinco años.
La pandemia ha dejado 490 291 626 casos confirmados de COVID-19 y 6 150 387 muertes, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.