El coronavirus causante del Covid-19, la enfermedad descubierta a fines del pasado año en China y que hoy se expande peligrosamente por todo el mundo, ha provocado una oleada de cierres y prohibiciones que cada día llega a nuevos extremos.
La expansión del padecimiento provocó que Arabia Saudí prohibiera a ciudadanos y residentes la peregrinación musulmana a La Meca, mientras Irán –el segundo país con el mayor número de fallecidos hasta la fecha– canceló las oraciones del viernes en sus principales ciudades. Estas decisiones afectaron a islamistas suníes y chiíes por igual.
La medida de Riad amplió la prohibición anunciada la semana pasada a los extranjeros que visitan La Meca y Medina, donde se encuentran los lugares más sagrados del Islam, la cual ha obligado a cancelar sus viajes de miles de personas que ya se dirigían a territorio saudí.
Ahora, el cierre alcanza a todos los creyentes, incluyendo a los propios saudíes, aunque no está claro cómo se aplicará la prohibición. El gobierno describió la suspensión como “temporal”, pero no dio pistas sobre cuándo durará.
Por su parte, Irán canceló las oraciones del viernes en todas sus capitales provinciales ante la propagación del nuevo coronavirus, que ha causado ya la muerte a al menos a 92 personas e infectado a más de 2.900 personas.
Durante una reunión de gobierno, el presidente Hassan Rouhani confirmó que el virus ya está presente en casi todo el país y pidió “abordar este problema lo más rápido posible”.
La capital, Teherán, y otras ciudades importantes ya habían cancelado las plegarias la semana pasada a consecuencia del brote, y ahora la medida alcanza a toda la nación persa. Aunque los musulmanes observantes pueden orar en casa, los más devotos prefieren asistir como comunidad a las oraciones de los viernes, el principal día de oración en el Islam.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exhortó a sus ciudadanos a que dejen de estrecharse la mano para saludarse y sugirió en su lugar que adopten el saludo indio de “namaste”. Mientras, el gran rabino de Israel, David Lau, instó a los judíos observantes a abstenerse de besar el “mezuzá”, una pequeña caja que encierra un pergamino de oración y que los judíos colocan al lado de las puertas de sus casas.
Del fútbol, la literatura y el cine
Por causa del Covid-19 se han cancelado eventos deportivos, mientras otros se han desarrollado y seguirán desarrollándose a gradas vacías. Ahora, la liga francesa de fútbol ha ido un poco más allá y ha prohibido las palmadas entre jugadores y árbitros en los próximos partidos.
La entidad futbolística de Francia –donde se registrado más de 250 infectados y cuatro fallecidos por la epidemia– informó el miércoles que el tradicional protocolo de saludos de mano previo a los partidos fue modificado para prevenir el “contagio del coronavirus”, una medida que estará vigente hasta nuevo aviso.
Los jugadores y el árbitro tampoco llevarán de la mano a los niños que los acompañan en el ingreso de los equipos a la cancha. Además de las tradicionales palmadas entre los jugadores antes del silbatazo inicial, también quedaron descartados los saludos entre los entrenadores y los árbitros.
Mientras, los organizadores de la Feria del Libro de Londres, Reino Unido, decidieron cancelarla debido a la amenaza del coronavirus. El evento, uno de los más grandes de la industria editorial internacional y que atrae a más de 25.000 autores, agentes y editores, estaba previsto para el 10 al 12 de marzo.
La entidad organizadora, Reed Exhibitions, dijo que resolvió “con renuencia” cancelar la feria después que grandes editoriales como HarperCollins y Penguin Random House anunciaron que no asistirían.
Por su parte, el estreno de la película de James Bond No time to die fue postergado siete meses debido a la preocupación global por la enfermedad. MGM, Universal y los productores Michael G. Wilson y Barbara Broccoli informaron en Twitter que la cinta llegará a las salas de cine en noviembre de 2020 en lugar de abril. Citaron la consideración del mercado cinematográfico mundial en su decisión.
La preocupación por el virus y el estreno inminente de la cinta venía gestándose desde hace varios días. Los planes de promoción en China, Japón y Corea del Sur ya se habían cancelado. Y el lunes, el popular sitio de los fans de James Bond MI6-HQ publicó una carta abierta dirigida a los productores en la que los exhortaba a postergar el estreno.
En medio de tantos cierres y posposiciones la buena nueva la aportó el museo del Louvre francés, que reabrió sus puertas el miércoles después de varios días de cierre debido al temor de los empleados de contraer el Covid-19.
No obstante, el museo más visitado del mundo –en el que se encuentra el cuadro “Mona Lisa” de Leonardo da Vinci y otras obras maestras– anunció que como prevención dejará de aceptar temporalmente el dinero en efectivo y que sólo aceptará pagos con tarjeta como parte de las nuevas medidas que ayudaron a persuadir a sus empleados para regresar al trabajo.
La gerencia del Louvre, en el que la mayoría de sus 9,6 millones de visitantes el año pasado llegaron del extranjero, anunció también otras medidas como una mayor distribución de gel desinfectante y rotación más frecuente del personal para que los empleados pudieran lavarse las manos.
Otras noticias conocidas en las últimas horas dan cuenta de que Italia suspendió las clases hasta mediados de marzo, Francia requisó máscaras protectoras y envió a decenas de miles de estudiantes a sus casas, Noruega bloqueó a 1.200 pasajeros en un crucero y España aisló a decenas de trabajadores de salud. Estas son otras de las medidas tomadas en Europa, donde las autoridades enfrentan ahora muchas de las mismas complicaciones vistas en Asia semanas atrás.
AP / OnCuba