El coronavirus entró en una nueva fase. Aumentaron los casos en Europa y el Medio Oriente. Los médicos en Estados Unidos y Alemania trataron a pacientes sin conexión conocida con otros enfermos.
Los casos alemanes y estadounidenses plantearon la posibilidad de que el virus podría haber comenzado a propagarse localmente, o que las personas infectadas lo hubieran propagado a otras de forma secuencial, haciendo prácticamente imposible rastrear y aislar los orígenes.
Los casos, ubicados a miles de kilómetros de distancia entre sí, subrayaron la rapidez con que el virus se abre camino en todo el mundo después de emerger en China.
El gobierno de Japón cerró todas las escuelas hasta marzo en un esfuerzo por combatir el brote.
Irán canceló las oraciones del viernes en las principales ciudades, un ritual fundamental de la República Islámica.
Arabia Saudita prohibió a los peregrinos visitar La Meca y Medina.
El presidente Trump anunció que el vicepresidente Mike Pence lideraría el esfuerzo estadounidense para combatir el virus, pero la administración continuó enviando mensajes contradictorios.
Los funcionarios de salud pública advirtieron sobre posibles “interrupciones importantes”, mientras Trump culpaba los demócratas y a los canales de noticias por cable por exagerar el problema.
En el Medio Oriente aumentaron las preocupaciones sobre la creciente gravedad del brote en Irán, la fuente de infecciones en muchos otros países. De acuerdo con cifras oficiales, hasta hoy jueves 245 personas habían sido infectadas y 26 habían muerto. Sin embargo, los expertos dicen que probablemente haya muchos más casos.
Dos nuevos casos en Gran Bretaña se vincularon con Italia y Tenerife en las Islas Canarias de España. Los países europeos que informaron infecciones aumentaron a catorce.
Dinamarca, Estonia, Noruega y Rumania reportaron infecciones por primera vez, uniéndose a Austria, Croacia, Francia, Alemania, Grecia, Macedonia del Norte, España, Suecia y Gran Bretaña.
Las autoridades italianas contaron 528 casos, frente a los 400 del miércoles, con 14 muertes. El número de infecciones se duplicó en tres días. Italia se enfrenta al brote más grande fuera de Asia, centrado en la región norte de Lombardía. Ciudades enteras han sido aisladas.
“Tenemos ante nosotros una crisis, una epidemia que se avecina, sabemos que ciertos países ya están mucho más afectados que nosotros”, dijo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante una visita al hospital de París, donde esta semana murió un paciente con coronavirus.
Es normal.