En las últimas semanas activistas y abogados de inmigración han detectado que las autoridades de EE.UU. están enviando de regreso a México a inmigrantes que han recibido asilo político con la disculpa de que todavía tienen pendientes audiencias ante un juez.
El mecanismo es sencillo. Después que una persona recibe el asilo, los funcionarios de la oficina de Aduana y Protección de Fronteras (BCP, por sus siglas en inglés) les informan falsamente que el caso sigue abierto y deben presentarse días después en la frontera para recibir una nueva citación para una presunta audiencia donde su caso será apelado por las autoridades. Pero cuando se presentan, constatan que no hay una ninguna audiencia pautada y que todo era una mentira.
De acuerdo con la abogada Julia Toro, no tenía que haber una nueva audiencia porque una vez que el juez otorga el asilo ya el individuo está autorizado a permanecer en Estados Unidos. “Esto es una tragedia, una violación absoluta del debido proceso. Si un asilo se ha otorgado ¿el inmigrante a qué tiene que volver a México? Ya está en Estados Unidos”, aseguró.
“Les dicen que tienen otra cita, pero no existe esa nueva cita, porque el gobierno no apela estos casos, no tiene un mecanismo legal para hacerlo. Los jueces de inmigración son inapelables”, explicó la abogada.
Según las nuevas leyes de inmigración aprobada por la actual administración, un inmigrante no tiene necesariamente que recibir el asilo político en la primera audiencia. El asilo puede venir después de varios días o semanas que el juez se toma para deliberar y después lo cita de nuevo para saber el desenlace.
Esto fue lo que sucedió en noviembre pasado, según medios de prensa, con un ciudadano cubano, apenas identificado como “Francisco”, cuando se presentó en la frontera para ingresar a Estados Unidos una vez que ya tenía su asilo aprobado. El funcionario en la frontera en Laredo, Texas, lo llamó aparte de su abogado y le dijo que el proceso seguía abierto – la sentencia de un juez lo cierra automáticamente – y le dio una cita para enero próximo.
Pero en ese día no hay marcada ninguna audiencia como descubrió la publicación Buzzfeed. Resultado: “Francisco” queda retenido en México porque de noviembre a enero se caduca el plazo legal para ingresar a suelo estadounidense. O sea, al forzar a “Francisco” a regresar a México, aun habiendo conseguido el asilo político, en la práctica se agota el plazo para comenzar a disfrutar del mismo en Estados Unidos porque no llegó a tiempo a la frontera.
Este hecho se agrava porque “Francisco”, nominalmente, no ha sido procesado para ingresar en Estados Unidos. A la luz de la ley el recibió el asilo, pero no se presentó en la frontera en el plazo de un mes para ingresar legalmente.
“Lo engañaron miserablemente. Ahora no hay como recomenzar el proceso”, explica Lisa Koop, directora legal del National Immigrant Justice Center. “Es de veras preocupante que las autoridades han comenzado a usar este truco para mantener a los inmigrantes que se encuentran en la frontera fuera del país”, agregó la activista, quien sostuvo que conoce otros tres casos similares que involucran a ciudadanos venezolanos.
Koop precisó que casos como el de “Francisco” se enmarcan en las nuevas reglas establecidas por la administración Trump tras el acuerdo firmado con México de recibir a los solicitantes de asilo mientras no se cierran sus casos. Es un programa que se llama MPP o protocolo de protección del migrante.
Según la activista, los funcionarios de BCP se están aprovechando de esta particularidad para mantener a los inmigrantes raya, cueste lo que cueste. Incluso “pese a la decisión de un juez en contrario”.