El senador cubanoamericano Bob Menéndez, recién declarado culpable en un sonado juicio por una trama de sobornos, renunciará en agosto a su escaño en el Senado de Estados Unidos.
Así lo anunció el propio político en una carta leída en el pleno del Senado, en medio de una creciente presión dentro de ese órgano y del Partido Demócrata a favor de su renuncia.
En la misiva, dirigida al gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, Menéndez informó de su intención de renunciar “a partir del cierre de operaciones el 20 de agosto de 2024”.
“Esto le dará tiempo a mi personal para hacer la transición a otras posibilidades, transferir los expedientes constituyentes que están pendientes, permitir un proceso ordenado para elegir un reemplazo interino y cerrar mis asuntos en el Senado”, refiere el texto, citado por la prensa.
Menéndez confirmó su intención de apelar “incluso ante la Corte Suprema” el veredicto del jurado que lo encontró culpable de 16 cargos —entre ellos soborno, extorsión, obstrucción a la justicia y actuación como agente extranjero—, pero aseguró no querer que “el Senado se vea involucrado en un proceso largo que reste valor a su importante trabajo”.
Además, explicó que no podía preservar sus derechos tras una apelación exitosa, “porque los asuntos de hecho ante el comité de ética no son privilegiados”.
El todavía senador también envió copias de su carta a la vicepresidenta Kamala Harris, por su función constitucional de presidenta del Senado, y a Ann Berry, secretaria de este órgano legislativo.
Tras este paso, el gobernador Murphy debe nombrar un reemplazo para Menéndez, cuyo período en el Senado termina oficialmente el 3 de enero de 2025.
El cubanoamericano ha sido senador por Nueva Jersey desde 2006. Además, se desempeñó como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado —desde donde se opuso a cualquier acercamiento con la isla— antes de renunciar a ese puesto por la acusación en su contra.
La pasada semana fue declarado culpable, tras una larga batalla legal.
Durante el juicio, los fiscales federales de Nueva York alegaron que aceptó cientos de miles de dólares en sobornos en forma de efectivo, lingotes de oro, pagos de hipotecas, y más, a cambio de su influencia política del senador.
Menéndez, que se declaró inocente de todos los cargos, dijo estar “profundamente decepcionado” por la decisión del jurado y prometió apelar.
Uno menos para la hostilidad al pueblo de Cuba,