Malas noticias para los conductores inmigrantes que no cuentan con una residencia permanente en Estados Unidos llegaron este jueves con el anuncio del Departamento de Vehículos de California, que ha decidido revocar a cerca de 17 mil de ellos la licencia comercial, conocida como CDL.
De acuerdo con un reporte de la agencia EFE, el secretario de Transporte de EE.UU., Sean P. Duffy, aprovechó la noticia para criticar al gobernador de California, Gavin Newsom, a quien acusó de otorgar licencias comerciales a personas indocumentadas.
El estado de California (EE.UU.) revocará unas 17.000 licencias comerciales a conductores inmigrantes. https://t.co/mbWKRAxX0t
— EFE Noticias (@EFEnoticias) November 14, 2025
“Esto es solo la punta del iceberg. Mi equipo seguirá presionando a California para que demuestre que ha retirado a todos los inmigrantes indocumentados de los camiones y autobuses escolares”, dijo Duffy en un comunicado.
Agrega la publicación que las autoridades del estado se han defendido asegurando que todas las CDL otorgadas se expidieron a inmigrantes que contaban con permisos de trabajo expedidos por el gobierno federal.
El pulso continúa
Las presiones de la Administración van encaminadas a impulsar sus políticas contra los inmigrantes en el país y vuelven a tensar el pulso que sostiene la Administración del republicano Donald Trump con el gobernador demócrata del estado.
El enfrentamiento entre las partes por el tema de las licencias CDL se disparó tras una serie de accidentes mortales en los que estuvieron involucrados conductores inmigrantes, que solo tenían permiso de trabajo y han sido considerados como “ilegales”, por el Gobierno federal.
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Recientemente, Duffy acusó a las autoridades de California de expedir una de estas licencias a Harjinder Singh, un oriundo de India, detenido como presunto responsable de un accidente en el estado de Florida que causó la muerte a tres personas.
El Departamento de Vehículos de California se defendió diciendo que Singh tenía un permiso de trabajo expedido por el Departamento de Seguridad Interna (DHS).
La Administración Federal de Seguridad de Autotransportes (FMCSA) ha exigido a California una auditoría completa de todas sus licencias de conducir comerciales (CDL) para no residentes, con el fin de que la agencia pueda verificar que se hayan revocado todas las “emitidas ilegalmente” y corregido las deficiencias que permitieron su otorgamiento.
Otra vuelta de tuerca
El Departamento de Transporte de EE.UU. había anunciado el pasado octubre la retención de más de 40 millones de dólares destinados a California, tras una investigación que determinó que el estado no había cumplido con los estándares de dominio del idioma inglés establecido para los conductores comerciales por la administración Trump.
A finales de abril el Gobierno comenzó a exigir a quienes se desempeñen como camioneros en Estados Unidos el dominio del idioma inglés con el fin de garantizar la “seguridad pública”.
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La medida fue decretada a través de una orden ejecutiva firmada por el presidente Trump que obliga al Departamento de Transporte a incluir una prueba de inglés a esos conductores para el otorgamiento de una licencia.
En agosto el Departamento de Estado dio un paso más en la dirección marcada por el mandatario, al detener la tramitación de visas de trabajo para los conductores de camiones comerciales.
La decisión encendió las alarmas entre los inmigrantes que ya laboraban en el sector del transporte en el país, amparados en varios permisos vigentes entonces, entre ellos el Estatus de Protección Temporal (TPS).
El transporte de carga en EE.UU. enfrenta desde hace años un déficit estructural de conductores, estimado en más de 60 mil puestos vacantes. Esa situación había sido parcialmente aliviada por la incorporación de inmigrantes.
Expertos consideraron entonces que la suspensión de visas, lejos de resolver los problemas de seguridad vial, podría agravar la escasez de mano de obra en un sector esencial para la cadena de suministros.












