El gobierno de Estados Unidos lanzó el lunes un programa piloto para recolectar ADN de personas que están detenidas por las autoridades de inmigración y entregarla al FBI, con planes de expandirlo a nivel nacional.
La información sería incorporada a una enorme base de datos delictiva del FBI, donde quedaría guardada de forma indefinida.
Un memo que describe el programa publicado el lunes por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) indica que los ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes con la tarjeta conocida como “green card” que sean detenidos podrían ser sujetos a las pruebas de ADN, así como quienes soliciten asilo y las personas que ingresen al país sin autorización legal. Quienes se nieguen a la recolección de ADN podrían enfrentar un cargo de delito menor, de acuerdo con el documento.
El gobierno del presidente Donald Trump anunció el año pasado que buscaría expandir el uso de autenticación biométrica para impedir que adultos migrantes viajen con niños y los hagan pasar falsamente como sus hijos.
Defensores de los derechos de los inmigrantes y expertos en privacidad han encendido las alarmas y han cuestionado si los datos recolectados para frenar los actos delictivos podrían en su lugar ser usados como medida de vigilancia.
El memo del DHS reconoce que el ADN que sus agentes recopilen podría no ser útil de manera inmediata. Los agentes planean tomar muestras de saliva de personas detenidas y enviarlas al FBI. Para cuando los resultados hayan sido procesados, es probable que las personas en cuestión ya hayan sido liberadas, deportadas o entregadas a otra agencia federal.
Stephen Kang, un abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles, cuestionó si Estados Unidos está creando “un banco de ADN de inmigrantes que han sido detenidos sin motivos claros”.
“Pienso que esto plantea muchas inquietudes graves y prácticas, y dudas reales sobre coerción”, añadió Kang.
A partir del lunes, la CBP recabará muestras de ADN de personas aprehendidas por la Patrulla Fronteriza en la frontera canadiense en Detroit o sus alrededores, así como de gente detenida en el cruce fronterizo oficial en Eagle Pass, Texas, que hace frontera con Piedras Negras, México. La CBP informó que su programa piloto durará 90 días. En Detroit, personas a partir de los 14 años estarán sujetas a la recolección de ADN.
El memo detalló que los agentes no tomarán muestras de ADN de quienes ingresan al país de forma legal o sean sometidos a revisiones más exhaustivas sin necesidad de ser detenidos.