El jefe de la diplomacia estadounidense presionó el jueves a China para que use su “tremenda influencia” para convencer a Corea del Norte de que abandone su programa nuclear, horas después de que Pyongyang dijera que ignorará las ofertas de Estados Unidos para reanudar las negociaciones.
El secretario de Estado, Antony Blinken, habló después de una reunión de seguridad de alto perfil en Seúl, en la que participó el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y sus homólogos surcoreanos. La llamada cumbre “dos más dos”, la primera de este tipo en cinco años, se celebró mientras el presidente Joe Biden presiona para restaurar las alianzas de Washington en Asia ante los crecientes desafíos de China y Corea del Norte.
“Beijing tiene un interés, un claro interés propio en ayudar a garantizar la desnuclearización (del Norte) porque es una fuente de inestabilidad. Es una fuente de peligro y, obviamente, una amenaza para nosotros y para nuestros socios”, afirmó Blinken en una conferencia de prensa.
Very glad to join @SecDef in meeting with President @moonriver365 today. The U.S.-ROK Alliance is the linchpin of peace, security, and prosperity in the Indo-Pacific and across the world. We look forward to expanding cooperation to combat COVID-19 and the climate crisis. pic.twitter.com/Eh9GGavUX2
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) March 18, 2021
Beijing tiene “un papel fundamental que desempeñar” para convencer a Corea del Norte de que se desnuclearice porque la mayoría de su comercio exterior pasa por el gigante asiático, señaló Blinken. Además, China está obligada a hacer cumplir plenamente las resoluciones de Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que imponen sanciones por los ensayos nucleares y de misiles del Norte, que están prohibidos.
El jueves, Choe Son Hui, primera viceministra de Exteriores norcoreana, confirmó el anuncio previo de Blinken respecto a que Washington se había puesto en contacto con Pyongyang a través de varios canales desde mediados de febrero, pero que no había recibido respuesta alguna.
Choe calificó el acercamiento estadounidense como una “maniobra para perder tiempo” y afirmó que su país seguirá rechazando ofertas similares a menos que Washington retire sus hostilidades. “Lo que se ha oído de Estados Unidos desde la aparición del nuevo régimen es solo una teoría lunática de la ‘amenaza de Corea del Norte’ y una retórica infundada sobre la ‘completa desnuclearización’”, dijo.
Según la ministra norcoreana, el presunto intento de Washington de imponer sanciones adicionales y aumentar la presión sobre Pyongyang, junto a las maniobras militares conjuntas con Seúl de este mes, son una prueba de la hostilidad estadounidense. Preguntado por las declaraciones de Choe, Blinken dijo estar al tanto pero afirmó estar más interesado en los comentarios y pensamientos de los aliados y socios de Washington durante su gira por la región.
La diplomacia encabezada por Estados Unidos, que se centra en las armas nucleares norcoreanas, sigue estancada desde hace unos dos años por disputas sobre las sanciones lideradas por la Casa Blanca. Los expertos debaten sobre si Estados Unidos y sus aliados deberían conformarse con un acuerdo que paralice la actividad nuclear a cambio de un alivio de las sanciones para evitar que su arsenal siga creciendo.
A principios de semana, la poderosa hermana del líder norcoreano, Kim Jong Un, advirtió a Estados Unidos que “que se abstenga de causar problemas” al tiempo que criticó las maniobras militares con Seúl que Pyongyang considera un ensayo para una posible invasión.
Algunos expertos dicen que Corea del Norte, ansiosa por una reducción de las sanciones, podría avivar las hostilidades con pruebas de misiles para aumentar su ventaja en posibles negociaciones con Estados Unidos. Pero su moribunda economía soporta una presión adicional por los cierres fronterizos derivados de la pandemia, que han reducido de forma significativa su comercio exterior, y por una serie de desastres naturales el pasado verano.