La guerra comercial entre Estados Unidos y China podría resultar en un aumento de precios en una extensa variedad de productos, desde juguetes hasta ropa. Sin embargo, algunos minoristas estarán menos equipados que otros para lidiar con la presión y pasarán la carga a los consumidores.
Los analistas dicen que grandes almacenes como Target y Walmart, que concluyeron el trimestre más reciente con un sólido desempeño, están mejor posicionados para absorber un aumento de precios por su influencia sobre proveedores. También adoptan un enfoque prudente al aumentar precios para amortiguar el impacto.
Los perdedores serán quienes han sufrido siempre: las tiendas de ropa ubicadas en centros comerciales y otros que venden productos estandarizados, como suéteres básicos, que no tienen los medios financieros para absorber los costos adicionales.
Los consumidores, como la mayoría de los minoristas, resultaron poco afectados por las primeras rondas de aranceles que Estados Unidos impuso a China porque la mayoría se enfocaron en productos industriales y agrícolas. Pero eso comenzó a cambiar cuando a artículos como muebles les aumentaron el arancel a 25% hace dos semanas.
Los minoristas absorberán los costos adicionales cuando esos productos lleguen a los puertos de Estados Unidos en junio. Pero ahora el gobierno del presidente Donald Trump se prepara para imponer los aranceles de 25% a prácticamente todas las importaciones chinas que todavía no pagan impuestos, incluidos juguetes, camisas, artículos para el hogar y zapatos deportivos.
Cowen & Co. calcula que los consumidores verán un aumento de entre 10% y 15% en todos los bienes importados de China, lo que significa un costo adicional de 100.000 millones de dólares o más.
Los ejecutivos de una gran variedad de tiendas, desde Walmart hasta Kohl’s, dijeron en conferencias telefónicas con analistas durante la semana pasada y esta que siguen optimistas acerca de la salud financiera del consumidor debido al bajo desempleo y sólida economía. Sin embargo, los compradores podrían oponerse a pagar precios más elevados en cosas que no necesitan, sobre todo aquellos de menores ingresos que resienten cualquier aumento en costos.
Los analistas creen que los hábitos de los compradores cambiarán si la guerra comercial se intensifica y la siguiente ronda de aumentos se queda como está durante un tiempo.
“Cambiará el comportamiento y cambiará cuánto compra la gente y en dónde hacen sus compras”, dijo Neil Saunders, gerente en GlobalData Retail.
Greg Petro, director general de First Insight, una firma tecnológica que asesora a minoristas y marcas sobre decisiones de precios, cree que si estos aumentan debido a los nuevos aranceles, serán permanentes, pero que no todos los productos se verán afectados de la misma forma.
Por ejemplo, la decoración para el hogar es menos sensible a un aumento de precios que los grandes muebles, basado en millones de fuentes de datos que su firma recopila cada mes. La ropa de mujer es más sensible al aumento que la de hombres. Los vendedores de zapatos infantiles tendrán más poder para aumentar precios, ya que ha disminuido el suministro de zapatos, agregó Petro.