Si el expresidente Donald Trump pensó que sus problemas legales terminaron con la absolución en el proceso del Capitolio, se equivocó.
Las investigaciones que se llevan a cabo en la fiscalía federal del sur del estado de Nueva York, que abarca la isla de Manhattan, siguen profundizándose. Ahora cuentan con un nuevo protagonista: un experimentado abogado, exfiscal federal por más señas, con larga experiencia en la persecución en delitos de cuello blanco. Mark F. Pomerantz, en efecto, acaba de ser nombrado como fiscal especial y se ha integrado al equipo de investigaciones del fiscal federal de Nueva York, Cyrus Vance Jr.
La investigación de Vance se centra en un posible fraude fiscal y bancario, incluso en temas tales como si la Organización Trump engañó a prestamistas como el Deutsche Bank y a autoridades fiscales locales sobre el valor de sus propiedades a fin de obtener préstamos y beneficios tributarios.
Trump siempre ha dicho que no hizo nada indebido y durante mucho tiempo ha criticado la investigación, calificándola de “cacería de brujas” por motivos políticos. En los últimos meses, la oficina de Vance ha ampliado la pesquisa a una serie de transacciones financieras y propiedades de Trump, incluida la Torre Trump, en la Quinta Avenida en Manhattan, varios hoteles del magnate y la finca de Seven Springs en el condado de Westchester.
Al mismo tiempo, los fiscales del equipo de Vance esperan una decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que podría darles acceso a las declaraciones de impuestos de Trump. Han entrevistado a varios testigos y emitido más de una docena de nuevas citaciones, incluso a uno de los principales prestamistas de Trump, Ladder Capital, dijeron a The New York Times fuentes con conocimiento del asunto.
Los investigadores buscan también indicios acerca de si las empresas de Trump lavaron fondos rusos a través del Deutsche Bank. Hace unos meses, la fiscalía tuvo acceso a documentos del mismo Deutsche Bank que, aparentemente, proporcionaron indicios en ese sentido.
Hace unas semanas, empleados de la entidad bancaria declararon en la oficina de Vance sobre la relación del banco con la Organización Trump, indicó el rotativo.
Las declaraciones de impuestos de Trump resultan capitales para evaluar su fortuna, deducciones y el valor real de sus propiedades. El año pasado el diario neoyorquino reveló que en uno de los años fiscales el expresidente había pagado apenas 175 dólares, lo cual adujo como consecuencia de reducciones en las deducciones autorizadas. Algunas corresponden a honorarios por trabajo de consultoría prestado por su hija Ivanka Trump.
La Organización Trump entregó algunos de esos registros el mes pasado, aunque los fiscales han cuestionado la honestidad del gesto y los datos facilitados.
Además de la investigación en Manhattan, los fiscales de Georgia están analizando el esfuerzo de Trump para persuadir a funcionarios locales de revertir los resultados de las elecciones presidenciales en ese estado.
El fiscal Vance no ha acusado a Trump de irregularidades, No está claro si lo hará, ya que su mandato termina en enero de 2022.
Pomerantz, de 69 años, prestó juramento a principios de este mes para desempeñarse como asistente del fiscal de distrito especial, según Danny Frost, portavoz del fiscal. Trabajará únicamente en la investigación sobre Trump.
La contratación de un outsider es una medida muy inusual para la fiscalía, pero la investigación de dos años y medio sobre el expresidente y su empresa familiar es inusualmente compleja. Vance, cuya oficina ha tenido algunos errores en otros casos de delitos de cuello blanco, ya había contratado a FTI, una gran empresa de consultoría, para ayudar a analizar los registros financieros de Trump.