Pasado sin pena ni gloria el huracán Isaías por el sur de Florida, han vuelto a crecer los nuevos casos de contagio por coronavirus. No es que los tenues aguaceros y vientos hayan barrido la pandemia de la Covid-19, sino que cuando el jueves pasado el gobernador Ron DeSantis decretó el estado de emergencia, también decidió clausurar los centros de diagnóstico y detección de la enfermedad mientras durara el huracán. Y sin pruebas no hay “nuevos casos”, como suele decir el presidente Donald Trump.
Este martes las autoridades estatales de salud informaron que la cantidad de nuevos infectados bajó casi a la mitad el promedio de 10.000 diarios de las dos últimas semanas. Se registraron apenas 5.446 nuevos casos, 954 más que el día anterior en el estado de Florida. Desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado, se han documentado 497.330 casos.
Mientras tanto en Miami-Dade aparecieron apenas 1.115 nuevos casos, consecuencia directa del cierre de los centros de pruebas. El promedio diario de la semana pasada fue de unos 2.800.
Esta reducción ha provocado un efecto colateral. California se le fue arriba a Florida y ahora es el estado con mayor número de casos. Según su gobernador, Gavin Newsom, el estado acumula ya 514.901 contagios. Y en una visión global han disminuido ligeramente los nuevos casos diarios, pero no lo suficiente como para pasar a segundo lugar.
Pruebas rápidas
El gobernador DeSantis anunció en rueda de prensa que este martes comenzaron a llevarse a cabo pruebas rápidas de detección de coronavirus, lo que permite una recuperación acelerada de la noción exacta de la expansión de la pandemia en el estado.
Con las pruebas en cuestión, llamadas de “antígeno”, se obtienen los resultados en quince minutos. Se efectuarán en los dos espacios más populares del condado Miami-Dade: Hard Rock Stadium y Marlins Park, recintos deportivos cuyos estacionamientos se han convertido, desde hace meses, en lugares de pruebas para todos.
Sin embargo, en este caso las pruebas tendrán una restricción: solo podrán hacérselas las personas mayores de 65 años o que muestren síntomas. Un avance en la detección del coronavirus, porque hasta ahora lo normal en Florida era que los resultados demoraran una semana. Entretanto, los casos positivos seguían con su vida normal, con el riesgo de contaminar a más personas.
“No ayuda (a controlar los contagios) si tienes síntomas y al cabo de siete días aún no has obtenido los resultados de las pruebas”, dijo DeSantis.
Periodista contaminado
Cuando el viernes pasado Trump estuvo en Florida, lo acompañó el grupo de periodistas que habitualmente lo rodean. Desde que estalló la pandemia, los periodistas son sometidos diariamente a las pruebas del coronavirus.
El viernes pasado no fue distinto. Antes de volar a Tampa con el mandatario, los reporteros pasaron por la prueba habitual. Todos dieron negativo. Sin embargo, cuando regresaron a Washington uno fue detectado positivo: era de los más cercanos a Trump. De inmediato todo el mundo –periodistas y funcionarios, incluyendo el presidente–, pasaron la prueba y dieron negativo, reveló el presidente de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, Zeke Miller, quien rehusó identificar el periodista afectado para proteger su privacidad.
Entre las personas que estuvieron en el recinto donde se realizó la reunión de Trump con DeSantis, en Tampa, se encontraba el senador Rick Scott, el ex gobernador de Florida, y todo el cuerpo de periodistas y fotógrafos. Miller ha señalado que era una sala muy angosta en la que no era posible mantener la distancia social. Todos están siendo investigados por la Unidad Médica de la Casa Blanca.
“Ya logramos contactar a todos los que estuvieron en el pool con este periodista, la unidad médica está en contacto con ellos y con toda la gente que, a su vez, hayan contactado por su cuenta. Esto incluye a todos los que contactaron con la gente del pool”, dijo en un comunicado.
Y añadió en un comunicado: “Es un recordatorio de la necesidad de una vigilancia continua. El uso de las mácaras es absolutamente vital todo el tiempo, incluyendo en los espacios abarrotados, en las camionetas de transporte y cuando se están haciendo preguntas en las ruedas de prensa. Estamos todos en este barco”.