El gobernador Ron DeSantis acaba de promulgar una ley que transforma a Florida en el primer estado en regular el contenido de las redes sociales. La normativa impone reglas a compañías como Facebook, YouTube y Twiter sobre cómo deben moderar los comentarios allí publicados.
La ley autoriza la imposición de multas, de hasta 250.000 dólares diarios, a las empresas dueñas de redes sociales que prohíban permanentemente a los candidatos políticos del estado y otros comentaristas partidistas.
La ley, ya firmada por DeSantis, es una respuesta directa a las prohibiciones de Facebook y Twitter del expresidente Donald Trump en enero. Además de las multas por prohibir candidatos, la legislación también considera ilegal evitar que algunos medios de comunicación publiquen en sus plataformas una respuesta al contenido de sus historias.
DeSantis dijo que la firma del proyecto de ley, que probablemente enfrentará un desafío judicial, significaba que los floridanos tendrían “protección garantizada contra las élites de Silicon Valley”.
“Si los censores de las grandes tecnologías hacen cumplir las reglas de manera inconsistente, para discriminar a favor de la ideología dominante de Silicon Valley, ahora serán responsables”, dijo en un comunicado.
El proyecto de ley es parte de un impulso más amplio entre las legislaturas estatales republicanas para tomar medidas enérgicas contra la capacidad de las empresas tecnológicas para administrar publicaciones en sus plataformas. Se trata de esfuerzos políticos que tomaron fuerza después de que Trump fuera prohibido en Facebook luego del ataque del 6 de enero al Capitolio en Washington.
Este año se han presentado en todo el país más de cien proyectos de ley que apuntan a las prácticas de moderación de las empresas, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales. Muchos de los proyectos de ley han muerto, pero aún se está debatiendo una propuesta en Texas. En Florida no hubo una propuesta ni discusión preparatoria, sino que el gobernador legisló a “dedazo” limpio.
Twitter se negó a comentar, mientras Google y Facebook tampoco ofrecieron comentarios de inmediato sobre la firma del proyecto de ley.
Pero Saul Erenson, un abogado de Washington especializado en comercio público, comentó a OnCuba que el proyecto del gobernador tiene pocas posibilidades de prosperar.
“Esto irá directo a los tribunales, y ya intentos anteriores en otros estados no llegaron a ningún lado. El gobernador no se puede meter en el contenido de la propiedad privada. Los republicanos no parecen entender que las redes sociales son propiedad privada. Moderan, prohíben, virtualmente pueden hacer lo que quieran. Pero el público no parece haber leído las “letras chicas” de los contrato de adhesión. Eso decide todo, lo aceptas o no, pero si lo aceptas tienes que cumplir lo que dice, si no te sacan”, dijo.
La ley de Florida no permite prohibir a un candidato a un cargo estatal durante más de 14 días, una medida que en la práctica prohíbe el tipo de prohibición permanente que las plataformas de redes sociales aplicaron a las cuentas de Trump.
Además, la norma dice que las plataformas no pueden eliminar o priorizar contenidos de una “empresa periodística” que alcanza un cierto tamaño. El año pasado, los republicanos protestaron cuando Facebook y Twitter limitaron la divulgación de un artículo del The New York Post sobre el contenido de una computadora portátil que, según el medio, pertenecía a Hunter Biden, el hijo menor del presidente Biden.
De acuerdo con la ley, las plataformas también deben explicar claramente cómo deciden eliminar un contenido o dejarlo. Los usuarios podrían demandar a las empresas tecnológicas si sintieran que esos términos se aplicaron de manera injusta.
En Florida, como en docenas de otros estados, el impulso de los legisladores republicanos para castigar a las compañías de redes sociales sigue a otros esfuerzos del partido para alimentar las demandas de una base republicana que no ha dejado de ser leal a Trump.