Redacción OnCuba
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dio positivo a la COVID-19 hoy martes, según su oficina. Goza de buena salud, dijeron y no tiene síntomas.
Abbott, quien fue vacunado en diciembre y ha rechazado el uso obligatorio de nasobucos, se estaba aislando en su mansión de Austin y recibiendo tratamiento con anticuerpos monoclonales, dijo su portavoz, Mark Miner, en un comunicado.
«El gobernador Abbott está completamente vacunado contra la COVID-19, goza de buena salud y actualmente no presenta síntomas. Todas las personas con las que ha estado en estrecho contacto hoy han sido notificadas», dijo Miner.
La prueba positiva sobreviene un día después de que Abbott, a quien rara vez se ha visto usando un nasobuco en público, tampoco lo usaba mientras hablaba en una sala abarrotada de partidarios del Partido Republicano, la mayoría de la tercera edad y sin nasobucos.
El evento lo hizo un grupo llamado Republican Club en Heritage Ranch. Abbott también había publicado una foto suya con el guitarrista Jimmie Vaughan antes de la noticia de su prueba positiva.
Vaughan y su familia dieron negativo, según un comunicado del músico. Abbott ha rechazado los llamamientos para volver a imponer las restricciones pandémicas, incluidos los mandatos de nasobucos.
Los casos en Texas están aumentando de nuevo, los hospitales se ven afectados y un número creciente de distritos escolares desafía sus órdenes, que prohíben usar nasobucos en las aulas.
Más de 12 200 pacientes en Texas fueron hospitalizados con el virus hasta el martes, los niveles más altos desde enero. A medida que los casos han aumentado drásticamente, Abbott se ha aferrado al mensaje de que el camino a seguir «se basa en la responsabilidad personal».
Hasta hoy martes, al menos cuatro distritos escolares de Texas habían cerrado temporalmente debido a brotes de virus a los pocos días de que los estudiantes regresaran a clases.
El demócrata Rafael Anchia dijo que le deseaba al gobernador una pronta recuperación y que «rezaba para que su contagio le hiciera anular la orden que impide que las escuelas requieran nasobucos».
