Hace tres años, el huracán María devastó a Puerto Rico, pero al presidente Donald Trump la tragedia le pasó de lado. El meteoro de categoría 5 dejó a la llamada “Isla del Encanto” sin electricidad durante meses, el sistema de agua más del 50% interrumpido, el servicio celular en el piso, casi 3 mil muertos, miles de personas viviendo en la calle y 95.000 millones de dólares en daños.
Después de mucha presión y críticas, Trump viajó a Puerto Rico para distribuir alguna ayuda, pero lo que más llamó la atención fue cuando en una estación de bomberos se dedicó a lanzar a los presentes rollos de papel de limpieza como quien le reparte cacahuetes a los monos de un zoológico.
Inicialmente el Fondo de Manejo de Emergencias (Fema, por sus siglas en inglés) dispuso de 100.000 millones de dólares para el rescate, cuando todavía no había un cifra exacta de las pérdidas. Pero el mandatario frenó la ayuda con el argumento de que Puerto Rico no es una estado –de hecho es un estado libre asociado– y por lo tanto no tenía derecho a la ayuda, del mismo modo que no recibió un rescate federal cuando el gobierno de la isla entró en bancarrota.
Trump nunca ha demostrado gran aprecio por Puerto Rico. Además de la tristemente célebre escena del papel de limpieza, llegó a proponer a Dinamarca intercambiar la isla por el territorio de Groenlandia, un gesto indignó por igual a puertorriqueños y daneses.
Pero pese a esto, a la gobernadora boricua se le ha ocurrido apoyar públicamente la reelección del presidente.
“Les pido a todos los puertorriqueños que me están escuchando que vayan a votar, y evalúen quién se ha representado como alguien que piensa en los puertorriqueños y sus necesidades en el momento más difícil: es Donald Trump”, dijo Wanda Vázquez en una entrevista con el canal Telemundo.
Vázquez llegó a la gobernación de Puerto Rico en agosto de 2019 luego de que su antecesor, Ricardo Roselló, debiera abandonar el cargo tras una rebelión popular, mientras ella se desempeñaba como secretaria de justicia.
El suyo no fue el primer nombre manejado para la sucesión, pero después de un dictamen del tribunal supremo de Puerto Rico –que anuló la decisión de Roselló de nombrar a un gobernador de facto, Piero Pierluigi, amparado en una ley implementada el 2005 que alteró el mecanismo de sucesión aprobado en 1952–, no quedó otra alternativa que llamarla a la gobernación porque era la segunda al mando. Y así, Vázquez ingresó a palacio, como se dice popularmente.
A la campaña de Trump, obviamente, le gustó el apoyo de la gobernadora –después de todo, el presidente está teniendo dificultades para conquistar los puertorriqueños tanto en la isla como a los afincados en Florida– y lanzó un anuncio de radio en español en el que aseguran que “Joe Biden y los demócratas nunca se han preocupado por Puerto Rico”.
En respuesta, los demócratas se apresuraron en señalar el respaldo de Vázquez como un agradecimiento por la promesa de Trump de dar dinero a la isla para el desastre de María y que todavía falta mucho por llegar.
“No hay otra explicación. Después de todo, ella es del partido proestadidad en la isla y el presidente ha dejado bien claro que se opone vehementemente a la estadidad”, dijo el representante estatal de Florida, Darren Soto, demócrata y primer congresista del estado de ascendencia puertorriqueña.
“Me parece risible la situación en su totalidad. Vázquez en realidad es bastante insignificante”, comentó, por su parte, a OnCuba, Jeannie Rivera-Lyles, periodista puertorriqueña de Orlando. “Ella es una funcionaria que llegó a la gobernación por un accidente político, que no goza de popularidad en la isla, y aquí (Florida) muchos no la conocen”.
Rivera-Lyles también cree que detrás del apoyo de Vázquez al presidente hay un interés político: “Presumo que dijo lo que dijo por los 13.000 millones que ahora Trump dice que asignará a Puerto Rico después de ignorarnos por 4 años. Pero su opinión tiene poquísima influencia, si alguna, en el voto boricua, y ni hablemos de credibilidadv.
“Son demasiadas las incongruencias. Me pregunto si la campaña de Trump se molestó en entender esta dinámica antes de exhibirla como un trofeo. Porque si es lo mejor que tienen como embajador o embajadora ante los boricuas, acaban de demostrar que son vulnerables ante esta población”, subrayó.
Aproximadamente el 17% de los 14 millones de electores registrados de Florida son hispanos. Los encuestadores estiman que más del 30% son de ascendencia cubana y aproximadamente una cuarta parte tiene raíces puertorriqueñas.
HAY ALGUNOS PERROS FALDEROS (PERDON DE LOS ANIMALITOS) QUE NO TIENEN VERGUENZA LAMEN AUNQUE LOS MALTRATEN