La COVID-19 fue la tercera causa de muertes en Estados Unidos en 2020, después de las enfermedades cardíacas y el cáncer, según un informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) publicado este miércoles.
La agencia federal indicó que la COVID-19 cobró el año pasado 377.000 vidas (547.000 en total desde que comenzó la pandemia y hasta ahora, según los CDC), solo por detrás de los 690.000 fallecidos por enfermedades coronarias y las 598.000 por cáncer.
En total, el pasado año hubo 3,3 millones de muertes más en EE.UU. respecto a 2019, lo que supone un alza del 16%.
Las semanas con más fallecimientos por covid-19 fueron a comienzos de abril, con la llegada de la pandemia, y en diciembre, durante las vacaciones de navidad, de 2020, de acuerdo con el reporte.
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— Agence France-Presse (@AFPespanol) March 31, 2021
Tras analizar datos preliminares del certificado de defunción, los investigadores encontraron que las tasas de muerte más altas por la COVID-19 se registraron el año pasado entre los mayores de 85 años, los nativos americanos, los hispanos y los hombres.
Hasta este martes, 95 millones de estadounidenses (28,6 % de la población) han recibido al menos una dosis de vacuna anticovid y 52 millones han recibido las dos (15,8 %), mientras prácticamente la mitad de los mayores de 65 años, que corren más riesgo, ya están inmunizados, de acuerdo a los CDC.
EE.UU. ha acelerado de manera sustancial el proceso la vacunación, y actualmente administra más de 3 millones de dosis diariamente.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha pedido a las autoridades estatales asegurar que todos los adultos de la nación puedan vacunarse el próximo 1 de mayo y se ha marcado como meta que la mayoría, el 90 %, dispongan de un centro de vacunación a cinco millas de su residencia antes de esa fecha, el 19 de abril.
Estudio: muertes por COVID-19 en Florida son más de las informadas
Un estudio publicado en el medio especializado American Journal of Public Health concluye que el impacto real de la covid-19 en la mortalidad en el estado de Florida es “significativamente mayor” de lo que muestran los datos oficiales.
Medios locales se hicieron eco este miércoles del estudio titulado “Análisis de las muertes en exceso durante la pandemia de la COVID-19 en el estado de Florida” realizado por los investigadores Moosa Tatar y Fernando A. Wilson, de la Universidad de Utah, y Amir Habibdoust, de la Universidad de Guilan (Irán).
Hasta este martes, según la cuenta del Departamento de Salud de Florida, han muerto en el estado por esa enfermedad 33.983 personas, incluyendo 645 no residentes.
De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, Florida es el cuarto estado de EE.UU. con más muertes por COVID-19, por detrás de California, Nueva York y Texas, y el tercero en número de casos —2.052.441 hasta ayer— por detrás de California y Texas.
Los resultados del estudio indican que de marzo a septiembre de 2020 las muertes registradas en Florida estuvieron un 15,5 % por arriba de la tendencia tradicional del estado. Eso significa 19.241 de muertes “en exceso”, incluyendo 14.317 por COVID-19 y 4.924 muertes atribuidas a múltiples causas exceptuando la propia enfermedad.
La conclusión de los investigadores es que “el impacto de la COVID-19 en la mortalidad es significativamente mayor que lo que los datos oficiales sugieren”.
No es la primera vez que las cifras del Departamento de Salud de Florida son puestas en tela de juicio. En mayo de 2020 Rebekah Jones, administradora de la web oficial que suministra los datos sobre la prevalencia de la COVID-19 en el estado, fue despedida por “insubordinación”, según Helen Aguirre Ferré, portavoz del gobernador Ron DeSantis.
El diario Miami Herald publicó entonces una carta escrita por Jones a los usurarios de la web en la que puso en duda que “la accesibilidad y transparencia” con las que dijo haber trabajado durante dos meses se mantuvieran con otro equipo administrando la página.
Organizaciones civiles ligadas al Partido Demócrata dijeron tras el despido de la geógrafa Rebekah Jones que tenía “el sello distintivo de una ofensiva gubernamental contra la información vital”.
Precisamente el gobernador DeSantis dijo este martes que el Departamento de Salud de Florida cuenta con más datos sobre la COVID-19 que ningún otro estado y los está comunicando al público.
EFE / OnCuba