Aunque por varios años defendió a los inmigrantes venezolanos en Estados Unidos, Marco Rubio ha cambiado radicalmente de opinión.
Su designación por Trump como secretario de Estado le ha dado un vuelco a su postura sobre el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los ciudadanos de Venezuela, y lo ha alineado con la dura agenda antiinmigrante del mandatario republicano.
Así lo confirma una carta de Rubio hecha pública por estos días en la que, desdiciéndose a sí mismo, apoya de la decisión de Trump de poner fin al TPS para cientos de miles de venezolanos que cuentan con ese respaldo legal para permanecer en territorio estadounidense.
“Designar a Venezuela bajo el TPS no defiende los intereses fundamentales de Estados Unidos ni prioriza a Estados Unidos y a sus ciudadanos. Por lo tanto, es contrario a la política exterior y al interés nacional de Estados Unidos”, escribió el político cubanoamericano a fines de enero a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
La misiva, que trascendió ahora en medio de la apelación del Gobierno de Trump contra un fallo judicial que frenó la eliminación de esa protección temporal, “marca un cambio radical para Rubio, quien durante años apoyó el TPS para los venezolanos, incluso cuando era senador estadounidense durante la administración Biden”, subraya un artículo de El Nuevo Herald.
La Casa Blanca busca revertir la decisión del juez federal Edward Chen, de San Francisco, quien el pasado 31 de marzo —justo dos meses después de la carta de Rubio a Noem— bloqueó la orden gubernamental de retirar ese programa que protege a sus beneficiarios de ser deportados.
Con esta resolución, los inmigrantes venezolanos y también los haitianos acogidos protegidos actualmente por el TPS podrán continuar bajo su amparo hasta que se tome una determinación definitiva sobre su futuro legal.
Juez federal bloquea la orden de Trump de revocar el TPS para venezolanos y haitianos
Antes y ahora
El Estatus de Protección Temporal se otorga a inmigrantes cuyo país de origen atraviesa una situación considerada extraordinaria, como una desastre natural, un conflicto armado o una situación de inestabilidad o violencia política y social que amenace su vida de ser deportados.
En 2017, durante el primer mandato de Trump, el entonces senador por Florida Marco Rubio abogó por otorgar esa protección a los venezolanos que se encontraban en Estados Unidos.
“Dada la actual crisis política, económica, social y humanitaria en Venezuela, no es lo mejor para Estados Unidos deportar a ciudadanos venezolanos no violentos de regreso al país en este momento”, escribió en aquel momento según recuerda El Nuevo Herald.
Luego, en 2019 el hoy secretario de Estado fue el único republicano que patrocinó una Ley de TPS para los ciudadanos de Venezuela, y dos años después, cuando finalmente los venezolanos fueron incluidos en este programa por la Administración Biden, Rubio celebró esa decisión públicamente.
Incluso, de acuerdo con el artículo periodístico, solicitó una ampliación del programa para que más venezolanos calificaran y advirtió a Biden que “no hacerlo podría representar una verdadera sentencia de muerte para muchos que habían huido del régimen de Maduro”.
Sin embargo, ya como parte del segundo Gobierno de Donald Trump, Rubio parece haberse olvidado de sus propias palabras. Ahora es del criterio que el TPS “facilita y fomenta la migración masiva”, según afirma en su carta a la secretaria de Seguridad Nacional.
Por demás, deja claro que bajo su liderazgo “el Departamento de Estado ya no realizará ninguna actividad que facilite o fomente la migración masiva” y sus relaciones . Nuestras relaciones diplomáticas con otros países, en particular en el hemisferio occidental, priorizarán la seguridad de las fronteras estadounidenses,” escribió Rubio.
“Devastador”, aunque “no sorprende”
La revelación pública de la misiva de Marco Rubio a Kristi Noem ha sido un duro golpe para la comunidad venezolana en Estados Unidos y los defensores de la inmigración.
“Rubio fue una vez nuestra voz. Ahora está impulsando políticas que nos tratan como enemigos. Espero que reconsidere y corrija públicamente estas recomendaciones, para que nuestra comunidad pueda vivir en paz y seguir contribuyendo a esta nación que ahora llamamos hogar”, consideró el activista venezolano-estadounidense Carlos Pereira.
En su opinión, citada por El Nuevo Herald, resulta triste y desalentador “ver a la persona que ahora lidera la diplomacia de nuestra nación, alguien de nuestra propia comunidad que una vez estuvo con nosotros, ahora desinformando a la administración federal sobre quiénes somos”.
Por su parte, Adelys Ferro, directora ejecutiva del Caucus Venezolano Americano y una de las primeras venezolano-estadounidenses que abogó por el TPS para los venezolanos, aseguró que el cambio radical del político cubanoamericano es “devastador” pero no una sorpresa.
“Es devastador ver que el mismo Marco Rubio que defendió el TPS para los venezolanos, que presionó por protección y apoyó a nuestra comunidad, ahora nos da la espalda. Lamentablemente, no nos sorprende, pero eso no lo hace menos doloroso”, afirmó.
Ferro subrayó la revocación del TPS para los venezolanos pondría en riesgo decenas de miles de personas y socavaría “los compromisos de larga data de Estados Unidos con las protecciones humanitarias”, apunta la publicación de Florida.
Las críticas a Rubio desde la comunidad venezolana por su nueva postura sobre el TPS se suman a las que ya viene cosechando, junto a legisladores republicanos de Florida, por su complicidad con las políticas antiinmigrantes de Trump.
Organizaciones y activistas consideran esa complicidad una traición a los inmigrantes, a sus electores y a las comunidades latinas en general, tal como afirma una valla instalada recientemente en Miami dirigida contra Rubio y los congresistas cubanoamericanos María Elvira Salazar, Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart.
También esta semana trascendió que el empresario cubanoamericano Mike Fernández llamó a estos políticos a hacerle frente a la cruenta política migratoria de Trump y dejar a un lado el silencio en el que han estado sumidos durante estos tres meses de mandato.
En una carta abierta a Rubio, Salazar, Giménez y Díaz-Balart, el influyente hombre de negocios les señaló que su silencio ante las políticas migratorias de Trump “no es neutralidad ni ignorancia, es complicidad y cobardía” y apuntó que esa postura “ha causado miedo y un daño real a muchos en nuestra comunidad, en sus distritos”.
“Si no pueden encontrar su voz en este momento o distinguir entre un dictador y otro, quizás sea hora de dar paso a otros que sí puedan y tengan una visión que tal vez les falte”, les recriminó.