El temor a las redadas de inmigración de la Administración Trump impacta la vida diaria de los habitantes de Buford Highway, el corazón de la comunidad hispana de la zona metropolitana de Atlanta (Georgia), donde se ve reducido el comercio debido a que los inmigrantes se mantienen encerrados en sus casas.
Como ha sucedido en otros vecindarios latinos de Estados Unidos, en lo que la agencia EFE denomina como un corredor multicultural -que comienza en Atlanta y atraviesa las ciudades de Brookhaven, Chamblee, Doraville y Norcross, hasta llegar a la localidad de Buford- muchos de los residentes se sienten asediados por los agentes federales que frecuentemente efectúan operativos de inmigración en la zona.
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El miedo es evidente y palpable, apunta un reporte en el cual se subraya que a diferencia de otros años se ven menos personas caminando las calles, haciendo compras, comiendo en restaurantes o disfrutando de algún evento comunitario.
“Tenemos mucho miedo, ya casi no salimos de casa”, expresó a EFE una madre peruana que cargaba varias bolsas con compras del supermercado y a quien la acompañaban sus tres pequeñas hijas, una de las cuales cargaba en su espalda en una lliclla, una colorida manta tradicional de las zonas andinas.
De hecho, todos los entrevistados hablaron bajo la condición del anonimato, pues se veían visiblemente incómodos de comentar sobre esta nueva realidad que vive la comunidad desde que el presidente Donald Trump lanzó su ofensiva contra los inmigrantes indocumentados.
Aunque no se han publicado cifras de cómo esta situación ha afectado el comercio en el área -que cuenta con más de 1000 pequeños negocios, en su mayoría de inmigrantes- algunos empresarios estiman que las ventas se han reducido casi en un 50 % desde que comenzaron los operativos y algunos incluso se han visto forzados a cortar a algunos empleados.
A pesar del temor que embarga a muchos, existe también un sentimiento de que la vida debe continuar y que, como dice el refrán popular, “no hay mal que dure cien años”. Esta sensación se repite a lo largo y ancho de EE. UU.
Una victoria que no es menor
Por otro lado, este viernes una jueza federal suspendió el intento del Gobierno de Trump de acelerar la deportación de inmigrantes que ingresaron legalmente a Estados Unidos a través de programas de parole humanitario, según reportaba CNN.
La noticia representa una victoria para los grupos defensores de los derechos de los inmigrantes que argumentan que esa política es ilegal y peligrosa.
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El fallo impide temporalmente que el Gobierno deporte a personas a quienes se les concedió “parole” en los puertos de entrada y que posteriormente fueron detenidas a pesar de tener documentos válidos, empleos u otras formas de alivio pendientes.
Según CNN, a menudo estas detenciones ocurren sin previo aviso y, en algunos casos, tras comparecer ante tribunales de inmigración.