Frank James, el acusado de abrir fuego en un vagón en el Metro de Nueva York, compareció hoy jueves ante una jueza, quien ordenó dejarlo sin derecho a libertad bajo fianza.
James, de 62 años, se limitó a responder “sí” a las preguntas generales de la ley en una breve audiencia en un tribunal federal de Brooklyn.
Fue arrestado el miércoles en Manhattan, acusado por las autoridades de detonar bombas de humo y efectuar decenas de disparos la mañana del martes en un tren atestado de pasajeros. Diez personas resultaron heridas.
Está acusado bajo una ley que califica de terroristas los ataques al trasporte público, aunque las autoridades dicen no tener pruebas que lo vinculen a organización terrorista alguna.
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“El ataque del acusado fue premeditado, cuidadosamente planificado, y causó terror entre las víctimas y en toda nuestra ciudad”, dijo la fiscal federal Sara K. Winik.
Los fiscales calificaron el ataque de premeditado. Dijeron que James llevaba casco y chaleco de trabajador de la construcción y que los abandonó después del ataque para evitar ser reconocido. Y que tenía los medios para hacer nuevos ataques, con municiones y otras armas de fuego en un depósito en Filadelfia.
Su abogada, Mia Eisner-Grynberg, aceptó la decisión de retenerlo sin fianza por ahora. A pedido de sus abogados, la jueza Roanne Mann dijo que pedirá al servicio penitenciario brindarle “atención psiquiátrica” y píldoras de magnesio porque James sufre de calambres en las piernas.
El acusado no respondió a las preguntas de los periodistas cuando lo llevaban de una comisaría a un transporte o que lo llevaría a una cárcel federal.