El estado de Nueva York eliminó el jueves la exención religiosa a los requisitos de vacunación para los niños en edad escolar, en una época en que el peor brote de sarampión en Estados Unidos en décadas está haciendo que los estados lo piensen dos veces antes de tolerar que algunos padres evadan las normas de inmunización.
El Senado y la Asamblea estatales, con mayorías demócratas, votaron el jueves para rechazar la exención, la cual les permite a los padres esgrimir sus creencias religiosas para renunciar a aplicarle a sus hijos las vacunas requeridas para poder inscribirlos en la escuela.
El gobernador demócrata Andrew Cuomo promulgó la medida minutos después de la votación final. La ley entra en vigencia de inmediato, pero les dará a los alumnos no vacunados hasta 30 días después de que ingresen a la escuela para mostrar que han recibido la primera dosis de cada inmunización requerida.
Aún se permiten exenciones similares en 45 estados, aunque los legisladores en varios de ellos han presentado su propio proyecto de ley para eliminarlas.
El tema es muy controversial, y con frecuencia los debates son muy emotivos: en un bando se argumenta que la libertad religiosa está siendo restringida, mientras que en el otro se advierte que se está poniendo en riesgo la salud pública. Después de la votación en la Asamblea, muchos de los que observaban desde la galería prorrumpieron en gritos de “¡qué vergüenza!”, y una mujer les gritó obscenidades a los legisladores.
El debate se ha intensificado tras el brote de sarampión de este año, que ha superado los 1.000 casos, el nivel más elevado en 27 años, según indicaron las autoridades federales.
“No estoy al tanto de nada en la Torá, la Biblia, el Corán o cualquier otra cosa que insinúe que uno no debe vacunarse”, dijo el demócrata Jeffrey Dinowitz, promotor del proyecto de ley en la Asamblea.