El Pentágono actualizó las pautas destinadas a erradicar el extremismo dentro de las fuerzas armadas, advirtiendo que apoyar a los supermacistas blancos y extremistas políticos en las redes sociales y actividades similares podría resultar en una acción militar disciplinaria.
Las nuevas reglas llegan casi un año después del ataque al Capitolio el 6 de enero, en el que participaron docenas de ex miembros militares y policiales, lo que llevó a un “ajuste de cuentas” en el Pentágono sobre el extremismo en las filas uniformadas.
La participación de personal militar en los disturbios del Capitolio preocupó tanto a los altos funcionarios del Pentágono que el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, ordenó una “etapa de estudio” de 60 días, completada en abril, para abordar el problema. Durante ese período, la mayoría de las unidades de las fuerzas armadas discutieron por qué la supremacía blanca y el extremismo no tienen cabida en el ejército.
De acuerdo con The New York Times, en esas conversaciones un joven miembro del servicio vio una bandera que representaba a la milicia extremista de derecha llamada Los Tres Porcentajes colgando de una pared en el vestíbulo de su unidad luego de entrar en servicio.
Un infante de marina describió sentirse “enfermo” cuando vio la bandera roja y dorada que representa a su servicio durante el ataque al Capitolio. Un general de brigada blanco estaba preocupado acerca de si los miembros del servicio podrían tener problemas por apoyar al ex presidente Donald Trump.
El secretario Austin estableció un grupo de trabajo para examinar cómo investigar mejor a los reclutas y educar a los miembros del servicio que pueden ser el blanco de organizaciones extremistas. Luego el grupo presentó recomendaciones. Los funcionarios del Departamento de Defensa dijeron que esperaban permitieran a los comandantes erradicar mejor el extremismo.
John F. Kirby, el portavoz principal del Pentágono, dijo que los funcionarios descubrieron que alrededor de 100 miembros del servicio estuvieron involucrados en casos comprobados de actividad extremista durante el año pasado.
En un memorando al Departamento, Austin dijo que el Pentágono estaba actualizando su selección de reclutas y que también estudiaría cómo preparar a las tropas que se retiran de ser blanco de organizaciones extremistas después de dejar el ejército.
“La inmensa mayoría de los hombres y mujeres del Departamento de Defensa sirven a este país con honor e integridad”, dijo Austin en el memorando. “Respetan el juramento que hicieron de apoyar y defender la Constitución de Estados Unidos”.
Y añadió: “Creemos que solo unos pocos violan este juramento al participar en actividades extremistas, pero incluso las acciones de unos pocos pueden tener un impacto enorme sobre la cohesión, la moral y la preparación de la unidad, y el daño físico que algunas de estas actividades pueden generar puede “socavar la seguridad de nuestra gente”.
Las nuevas reglas sobre el uso de las redes sociales se encuentran entre los cambios más importantes que se están implementando en el estamento militar. Volver a publicar o apoyar el contenido extremista será visto como una defensa del contenido, dijo Kirby.
Agregó que el Departamento de Defensa no investigará las cuentas de Facebook en busca de problemas.
“No hay metodología ahí”, dijo Kirby. “El Departamento de Defensa no tiene la capacidad de monitorear las cuentas de redes sociales personales de cada miembro de las fuerzas armadas”.
Más bien, precisó, cuando los problemas salgan a la luz a través de “varias corrientes de informes se esperaría que los comandantes hablen con sus tropas para determinar si se necesitan más pasos”.