En un discurso ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Honduras defendió su labor en la lucha contra el crimen e insinuó que los narcotraficantes convictos que testificaban en su contra en Estados Unidos lo hacían a cambio de un trato favorable.
El presidente Juan Orlando Hernández mencionó la caída de las tasas de homicidios en Honduras y la represión del crimen organizado, así como la colaboración de su gobierno con la DEA, el FBI, el Departamento de Justicia y el Comando Sur de Estados Unidos. También destacó la grabación subrepticia de narcotraficantes luego de su elección de 2013, que dijo que era digna del programa de Netflix “Narcos”. “Hablando entre ellos, describieron su realidad: los narcos se quejan en esas grabaciones que a pesar de sus esfuerzos no pudieron arreglar nada conmigo; que no soy alguien con quien puedan trabajar ni negociar”, dijo. “Al contrario, saben que sería implacable con el crimen organizado. Incluso discuten cómo intentar matarme “.
El discurso, de casi media hora, marcó la primera vez desde la sentencia de su hermano en que Hernández abordó las acusaciones en un foro mundial de que aceptó sobornos de narcotraficantes. Su hermano, un excongresista hondureño, fue sentenciado a cadena perpetua en un tribunal federal de Manhattan en marzo, después de que los fiscales argumentaran que Juan Antonio “Tony” Hernández era una figura central en una de las conspiraciones de drogas más grandes y violentas del mundo.
Los fiscales de Nueva York han señalado que el presidente aceptó sobornos de los narcotraficantes para financiar su ascenso político, pero no ha sido acusado formalmente. El presidente ha negado haber tener vínculos con narcotraficantes. En julio, cuando el Departamento de Estado publicó una lista de 50 funcionarios y ex funcionarios centroamericanos sospechosos de corrupción o de socavar la democracia, el nombre de Hernández no estaba incluido.
Hernández dijo a los diplomáticos reunidos en la ONU que los narcotraficantes, cuando fueron arrestados por primera vez por las autoridades estadounidenses, no mencionaron ninguna conexión con él, pero luego testificaron lo contrario. Si bien no dijo abiertamente que los fiscales les habían ofrecido beneficios a cambio de su testimonio, cuestionó si podrían recibir un trato favorable por cambiar sus historias. “Si el perjurio es recompensado por Estados Unidos, si los criminales tienen impunidad para usar falso testimonio en la corte federal de Estados Unidos, eso pone armas peligrosas en manos de un enemigo mortal”, expresó.
Hernández dijo que había trabajado con el presidente Joe Biden cuando era vicepresidente y subrayó su esperanza de que las autoridades estadounidenses finalmente no recompensen el perjurio.
Associated Press/OnCuba.