El fiscal general de Texas, Ken Paxton, enfrenta hoy martes un serio problema cuando el Senado estatal lo está sometiendo a un juicio que podría excluirlo de la política luego de años de acusaciones de corrupción.
El destino de Paxton, un republicano de 60 años, está en manos de sus correligionarios en el Senado estatal, con quienes sirvió antes de ganar en 2015 las elecciones para fiscal general.
Un puñado de simpatizantes de Paxton esperaba entrar al Capitolio para poder presenciar el primer juicio político en Texas en casi medio siglo.
Paxton se volvió célebre al incursionar en batallas legales de alto perfil como al tratar de revertir las elecciones presidenciales de 2020. Pero obtuvo un tercer período en 2022, a pesar de que pesaban sobre él cargos estatales y una investigación del FBI.
Figura nacida del Tea Party, en 2015 fue elegido por primera vez fiscal general de Texas. Pero tiene un historial con peculiaridades incómodas. En 2020, por ejemplo, varios asistentes suyos lo acusaron de “influencias impropias, abuso de poder, soborno y otros delitos potenciales”.
Después de la victoria de Biden, se unió a Trump en sus esfuerzos por anular los resultados electorales. Presentó el caso Texas v. Pensilvania ante la Corte Suprema, dirigido a invalidar 72 votos electorales que hubieran permitido declarar ganador al perdedor de los comicios.
La demanda terminó en un ruidoso fracaso, entre otras razones por incluir reclamos juzgados sin mérito en otros tribunales que resultaron ser completamente falsos.
También ha estado detrás del juicio contra el programa parole de la administración Biden, dirigido a suspender la entrada de 30 000 inmigrantes al mes procedentes de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua.
La Cámara de Representantes de Texas, dominada por los republicanos, votó abrumadoramente para iniciar el proceso contra Paxton, fundamentalmente por denuncias de que ha utilizado su poder para ayudar a un acaudalado contribuyente a cambio de favores, incluyendo contratar a una mujer con quien tuvo una relación extramarital. Los 20 artículos de juicio político incluyen abuso de confianza pública, ineptitud para ejercer el cargo y sobornos.
La votación de 121 contra 23 inmediatamente suspendió a Paxton de sus funciones y lo convirtió en el tercer funcionario en la historia de Texas en ser sometido a juicio político.