Legisladores de ambos partidos salieron del Congreso con interpretaciones muy diferentes de los informes clasificados que altos funcionarios de la administración realizaron el miércoles sobre el ataque aéreo que mató al general iraní Qassem Soleimani.
Los funcionarios de la administración Trump que participaron en la sesión incluyeron al secretario de Defensa, Mark Esper; el secretario de Estado, Mike Pompeo; la directora de la CIA, Gina Haspel; y el presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley.
El senador Mike Lee, republicano de Utah, dijo: “Esperaba recibir más información que describiera la justificación legal, fáctica y moral del ataque, pero me quedé algo insatisfecho al respecto”. Y agregó: “probablemente fue la peor sesión informativa que he visto sobre un tema militar durante los nueve años que he servido en el Senado de Estados Unidos”.
“Realmente no tenemos una idea de si hubo o no una razón inminente para hacer esto”, dijo la representante Bonnie Watson Coleman, D-N.J., sobre el asesinato de Soleimani.
Los demócratas dijeron que no escucharon nada demostrando que Soleimani era una amenaza inminente para Estados Unidos. Asimismo, que no estaban satisfechos con la justificación legal que los funcionarios le estaban dando al ataque aéreo, que es la autorización para el uso de la fuerza militar (AUMF), aprobada por el Congreso en 2002 para invadir Iraq.
“La administración cree firmemente que basándose en una buena inteligencia, la amenaza fue inmediata”, dijo el representante Anthony Brown, D-Md. “Pero me parece que las acciones que se tomaron fueron mucho más una respuesta a la conducta pasada del general Soleimani”.
El representante Gerry Connolly, demócrata de Virginia, dijo a los periodistas que la sesión informativa fue “de segundo grado y poco convincente. Me voy más preocupado que cuando entré”.
El senador Chris Murphy, demócrata de Conneticut, tuiteó que acababa de “dejar la sesión informativa. La conclusión es esta: no escuché evidencia de una amenaza inminente específica que permitiría un ataque sin autorización del Congreso. Esto es inaceptable. El Congreso debe actuar”.
El representante Mike Quigley, demócrata de Illinois, sugirió que era completamente predecible que los demócratas no obtuvieran las respuestas que querían, y dijo: “Si esperabas obtener algo de eso, no has estado aquí durante mucho tiempo y tenías falsas expectativas”.
Al salir de una sesión informativa similar celebrada en el Senado, Cory Booker, demócrata de New Jersey, dijo: “Esta fue una sesión informativa totalmente insatisfactoria … muy frustrante”.
“No necesitamos que este presidente nos meta en una guerra de forma chapucera e impulsiva”, dijo el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer. El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara, el demócrata Adam Schiff, pidió abrir una serie de comparecencias para analizar la decisión de matar a Soleimani y las amenazas de Trump en el Medio Oriente. Schiff se mostró escéptico con la explicación de la Casa Blanca sobre supuesta información de inteligencia que justificaba el asesinato. La comparación más habitual entre los críticos es que a pesar de los crímenes de Soleimani, se trata del número dos del régimen iraní. El equivalente sería que otro país hubiera matado al vicepresidente de Estados Unidos durante un viaje oficial.
Sin embargo, la mayoría de los republicanos abandonaron la sesión informativa con una interpretación diferente, defendiendo al presidente y al golpe aéreo.
“La sesión informativa fue muy útil: hacer que el Secretario de Estado, el Secretario de Defensa y los demás funcionarios de inteligencia realmente analicen cuánto tiempo tiene Soleimani de infligir terror y asesinato no solo a los estadounidenses, sino también a otros, a nuestros aliados en la región. El hecho de que estaba planeando nuevos ataques para matar estadounidenses dejó en claro que era hora de sacarlo”, dijo Steve Scalise, republicano de Luisiana.