Un mes después de que comenzaron a aceptar los pedidos por subsidios por desempleo en Florida, los necesitados se están quejando de que el gobierno atiende esa necesidad muy lentamente.
“Las cuentas siguen llegando, no he podido pagar el alquiler, estoy desesperada. Hace un mes que pedí mi desempleo, me han confirmado que lo recibieron pero no me han enviado nada”, explica a OnCuba Olga Martínez, quizás una de las primeras personas que perdió el empleo en Miami a causa de la pandemia de Covid-19, más conocida por coronavirus. Martínez era cocinera en un restaurante-cafetería de Miami Beach y tan pronto como cerraron los restaurantes de la ciudad, fue despedida.
Un mes después, junto a ella hay 668,323 trabajadores que han presentado pedidos de subsidios por desempleo legítimos, Casi siempre vivían de trabajos parciales o intermitentes, sobre todo en el sector del turismo, hoy casi paralizado. El total de pedidos fue de 1,648,848, pero las autoridades consideran que al menos un millón son duplicados o triplicados que la gente mandó para estar segura de que serían recibidos o son pedidos falsos, un gigantesco fraude en ciernes que obliga a un escrutinio mucho más cuidadoso.
Pero lo cierto es que la máquina burocrática del gobierno estatal no estaba preparada para la avalancha. Hasta el fin de semana pasado, la oficina de Empleo solo ha procesado 170,380 casos, de los cuales 94,909 (el 14.2%) está recibiendo un promedio de 1,000 a 1,200 dólares semanales.
Esto se debe a dos factores. El primero es que los pedidos de las primeras dos semanas de marzo se hacían a través de una página web del estado, pero con un problema: estaba diseñada para rechazar el mayor número de pedidos, una idea original del ex gobernador y ahora senador, Rick Scott, hija del intento de presentar a Florida como uno de los estados con menor tasa de desempleo.
Cuando la gente empezó a quejarse, el gobernador Ron DeSantis creó una planilla para que los desempleados la enviaran a la oficina de empleo y así sortear el problema. No resolvió mucho. De hecho, creó una saturación porque muchas personas mandaron varios pedidos. DeSantis decidió cambiar al director de la oficina de Empleo y sustituirlo por un contador llamado Jonathan Satter, que lo único que ha hecho es abrir otra página web y aumentar el número de servidores dedicados a los pedidos online. “El público debe estar confiado de que los recursos del estado se encuentran función de los pagos y que los recibirán lo más pronto posible”, dijo Satter.
Pero hay un detalle que muchos no saben y que las autoridades no han aclarado lo suficiente. Florida es un estado que hasta hace poco no pagaba un subsidio por desempleo a los trabajadores contratados a destajo, que solo pueden beneficiarse de un ayuda de 600 dólares semanales del Gobierno Federal que, a su vez, es procesado por la oficina de Empleo de Florida. Como ha admitido Satter, ya han procesado al menos 25,000 casos, con lo cual se ha retrasado el procesamiento de los empleados a tiempo completo.
“Yo no creo que Florida quiera realmente pagar el subsidio de desempleo. Es que realmente no lo creo”, dijo a la cadena FOX Kim Donley, hasta hace poco chofer de una embotelladora de agua mineral.
Una de las cosas que hizo el gobernador para agilizar el proceso fue recurrir a su autoridad ejecutiva y cambiar las reglas del juego. Entre esos cambios está el otorgamiento de subsidios a los trabajadores a destajo. Pero ese cambio no ha sido introducido aún en la nueva página web, por lo cual nadie sabe si serán aceptadas o tendrán derecho a ese subsidio.
Otros cambios consisten en la cancelación de la obligatoriedad de presentar pruebas cada dos semanas de que se ha intentado buscar cinco empleos. Esto también había que hacerlo a través de la web, lo cual tributa al colapso del sistema. Lo positivo, sin embargo, es que contribuye a acabar con el retraso de una semana con que normalmente eran enviados los subsidios, o sea, crea un día fijo para hacerlo.