El nombre Stephanie Gregory Clifton probablemente no signifique mucho para buena parte de los estadounidenses. Menos aún para los cubanos. Se trata de la identidad con que vino al mundo hace 44 años en Baton Rouge, Luisiana, Stormy Daniels, la protagonista de uno de los escándalos más publicitados de los últimos años en Estados Unidos. De esos en los que sexo, política y fraude constituyen tres pilares fundamentales.
Habiendo nacido en el seno de una familia pobre y disfuncional, a los 17 años Stephanie descubrió que desnudarse en un club de su ciudad natal podía ser una manera de ganarse la vida. Ahí emergieron su vocación de stripper y el apelativo con el que es conocida hoy. Algunos dicen que está inspirado en parte en la marca de whisky Jack Daniels, “la favorita del Sur”.
En 2002 dio el salto a la industria porno mediante un contrato con la Wicked Pictures [Filmes Malvados], un estudio de California, esa Gran Meca del porno. Stormy fue entonces una de las “chicas malvadas” junto a figuras establecidas del género como Jessica Drake y Kaylani Lee. Allí echó los primeros cimientos de su fortuna personal, hoy calculada en unos 2 millones de dólares.
De entonces a la fecha ha ganado numerosos premios. Tempranamente, en 2004, obtuvo el Premio a Mejor Nueva Estrella. Y en 2014 fue incluida en el salón de la fama de Adult Video News (AVN) y en el de la X-Rated Critics Organization (XRCO) y obtuvo una nominación a Mejor Escena de Sexo Seguro por su actuación con el cantante y compositor Brendon Miller en el filme First Crush. Pero también ha estado detrás del lente, lo que le ha permitido obtener 14 nominaciones al Premio AVN.
Fuera del gremio, Daniels ha formado parte de varios proyectos cinematográficos en papeles secundarios o apariciones especiales en filmes como The 40-Year-Old Virgin (2005) y Knocked Up (2007). En 2007 figuró en el video de “Wake Up Call“, una canción del popular Maroon 5, en el que interpreta a una stripper y a una oficial de policía.
Lago Tahoe
En julio de 2006 apareció en la vida de Daniels un nombre imprevisto: Donald Trump, con quien alega haber tenido una aventura sexual después de conocerlo en un torneo de golf de celebridades en Lake Tahoe, California. Según ha relatado Daniels, un fin de semana ambos tuvieron relaciones sexuales consentidas en la habitación de hotel donde se alojaba el futuro presidente, por entonces la estrella del show televisivo El Aprendiz. Y estuvieron en contacto, asegura la estrella porno, hasta 2007, porque el magnate le había ofrecido trabajar en su programa, lo cual nunca ocurrió. La esposa de Trump, Melania, no estaba en el evento porque acababa de dar a luz al primero y único hijo en común de ambos, Barron.
En enero de 2018, casi dos años después de que Trump ganara las elecciones presidenciales, The Wall Street Journal informó que en octubre de 2016 el entonces abogado personal de Donald Trump, Michael Cohen, su fixer —expresión que traduciré como “apagafuegos”—, le había pagado 130 mil dólares a Stormy Daniels por mantener silencio sobre aquella aventura. La acción fue ejecutada mediante una compañía privada de Delaware creada por el mismo Cohen para esos fines.
Trump ha negado con insistencia haber tenido relaciones sexuales con Daniels y sostuvo en un momento determinado que el pago no había tenido nada que ver con las elecciones. No obstante, fiscales federales de Manhattan persuadieron a un Gran Jurado para acusar a Cohen de que los pagos eran ilegales. Esto ocurrió luego de un proceso para determinar si había violado o no las leyes estatales de financiamiento de campañas o falsificado registros comerciales. En julio de 2018 Cohen fue condenado a tres años de prisión y a pagar multas millonarias.
“Asumo toda la responsabilidad por cada acto del que me declaré culpable: por los míos propios y por los que involucran al presidente de Estados Unidos de América“, dijo en las conclusiones del juicio. Y también que Trump era el hombre que le hizo “elegir el camino de la oscuridad“ y hacer “actos sucios“.
En mayo de 2020 fue liberado antes de tiempo debido a la COVID-19, de manera que cumpliría el resto de su condena en arresto domiciliario.
Pero el exjefe Trump no escaparía. Después de un proceso de investigación tan exhaustivo como lleno de vericuetos y zigzags, en abril de 2023 otro Gran Jurado de Manhattan presentó cargos criminales en contra suya por esos pagos viabilizados por el fixer.
Trump fue acusado en total de 34 delitos graves de falsificación de registros. Un hecho histórico: primera vez que un expresidente era llevado a juicio por un delito criminal. Primera vez que una actriz porno entraba a los libros de historia por estar en la cama de un magnate devenido candidato del Partido Republicano y, finalmente, presidente de Estados Unidos.
Anatomía de un presidente
En abril de 2018 el entonces abogado de Stormy Daniels, Michael Avenatti, reveló que la estrella porno podía “describir los genitales del presidente con gran nivel de detalle”.
El suspenso no duró mucho. En su libro de memorias, Full Disclosure, publicado en octubre del mismo año, la Daniels rememora su relación con Trump en esta área. Cuenta que colegas suyas con las que no había tenido relaciones durante años la llamaban permanentemente para chismear sobre la noticia de que el hombre con que se había acostado estaba nominado para presidente de Estados Unidos. Ella les respondía con una presunción bastante extendida por ese entonces: “Nunca sucederá. Ni siquiera quiere ser presidente“.
Asegura que una vez la amenazaron, con la advertencia de que no hiciera pública la relación con Trump. Y luego describiría un conjunto de peculiaridades del miembro viril del presidente, no sin estampar primero su disgusto consigo misma por el tiempo perdido. Y fue todavía más específica: “Es como un hongo”.
Pero el asunto no quedó ahí. Después de conocido su relato, el presentador y cómico neoyorkino Jimmy Kimmel la invitó a su programa “Jimmy Kimmel Live”. Le mostró una tabla con distintos tipos de hongos y la invitó a elegir el más parecido al original. Daniels seleccionó uno de los más pequeños. Y a renglón seguido comentó: “¿Sabes cuántos correos de odio he recibido de personas que aman a Mario Kart?“.
Otro hecho histórico: fue la primera vez que salió a relucir un testimonio público sobre la anatomía de un presidente.