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Decenas de millones de personas en el Medio Oeste y el Noreste de Estados Unidos están experimentando una brutal ola de calor con temperaturas reales —no solo la sensación térmica— que superan los 38 °C.
Se ha confirmado al menos una muerte relacionada con el calor, ya que varias ciudades rompen récords, las redes eléctricas se sobrecargan y los cortes de suministro se propagan.
Mientras la mitad oriental del país se asfixia bajo la cúpula de calor, algunas zonas del sur de Europa también experimentan un aumento del calor. Se espera que las temperaturas superen la media en gran parte de la región, con algunas localidades que rozan los 40 °C.
El Departamento de Energía ha emitido una orden de emergencia para lidiar con posibles cortes de energía en el sureste a medida que avanza la ola de calor.
El secretario de Energía, Chris Wright, afirmó que la orden “garantiza que Duke Energy Carolinas pueda suministrar a sus clientes energía constante y confiable durante la demanda máxima del verano”.
La orden permite a Duke Energy operar ciertas plantas a su máxima capacidad y superar algunos límites de contaminación atmosférica.
Al fenómeno se le conoce como “cúpula de calor” o “cresta de la muerte”. Estas enormes zonas de alta presión pueden extenderse 1 600 kilómetros y sofocar a Estados Unidos bajo cielos que se niegan a llover.
Estos patrones climáticos mortales son asesinos silenciosos, responsables de cientos de muertes en Estados Unidos cada año.
El Monumento a Washington permanecerá cerrado el martes y miércoles debido al calor extremo en el área de Washington, D.C., según el Servicio de Parques Nacionales.
Se espera que los índices de calor en la zona alcancen los 43 °C.