Gordobm Sondland, embajador del presidente Donald Trump para la Unión Europea, portaba un mensaje cuando se reunió con un alto funcionario ucraniano.
Sondland dijo que la vital asistencia militar estadounidense a Ucrania sería liberada si el principal fiscal de ese país “toma el micrófono y anuncia que ha decidido abrir la investigación Burisma”, declaró un funcionario estadounidense a investigadores.
Burisma es la compañía gasera en Ucrania en la que el hijo del demócrata Joe Biden, Hunter, fue parte del consejo de administración.
Sondland informó del intercambio momentos después a Tim Morrison, entonces colaborador del Consejo de Seguridad Nacional. En su testimonio privado a los investigadores del “impeachment” hecho público el sábado, Morrison relató que Sondland también le dijo que estaba discutiendo asuntos de Ucrania con Trump en forma directa.
El testimonio de Morrison vincula aún más a Trump con el cargo principal con el que los demócratas pretenden concretar el juicio político: que el presidente retuvo la asistencia militar estadounidense a Ucrania para condicionarla a que ese país investigara a políticos demócratas y la familia de Biden. También contradice gran parte de lo dicho por Sondland a los investigadores legislativos en su comparecencia a puerta cerrada, que el diplomático modificaría después.
Morrison y Sondland tienen previsto testificar públicamente la semana entrante dentro del histórico procedimiento con el que se busca destituir al 45to presidente de la nación pero que conlleva fuertes riesgos.
Los demócratas acusan a Trump de abusar de su cargo para obtener una ganancia política, y el presidente y sus aliados arguyen que el proceso tiene trasfondo político y nada de lo dicho en los testimonios da pie para concretar el juicio político.
Las transcripciones del testimonio a puerta cerrada de Morrison, un halcón republicano de mucho tiempo en asuntos de defensa en Washington, y Jennifer Williams, asesora especial del vicepresidente Mike Pence para asuntos de Rusia y Europa, fueron difundidos el sábado precisamente cuando los investigadores han acelerado y profundizado la investigación. Esos textos suponen otro vistazo a la alarma al interior del gobierno por las presiones ejercidas contra Ucrania.
Apenas después del intercambio con Sondland durante una reunión internacional en Varsovia, Morrison se comunicó con su jefe, John Bolton, entonces asesor de seguridad nacional de Trump.
“Manténgase fuera del asunto”, le indicó Bolton, “informe a los abogados”.
Para Morrison, Burisma significaba un “balde” de investigaciones de gran amplitud contra los demócratas y la familia de Joe Biden y de la que quería “mantenerse fuera”. Eran totalmente ajenas “al debido proceso de políticas que me competía sobre Ucrania”, testificó.
Morrison dijo que Sondland y Trump habían conversado unas cinco veces entre el 15 de julio y el 11 de septiembre, semanas en las que una asistencia estadounidense de 391 millones de dólares fue retenida a Ucrania antes de que finalmente la entregaran.
Aunque algunos, entre ellos Trump, han comenzado a cuestionar el conocimiento de los hechos por parte de Sondland, Morrison dijo a los investigadores de la Cámara de Representantes que el embajador “me contó que estaba actuando, que estaba discutiendo estos asuntos con el presidente”.
A pregunta del representante demócrata Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia que encabeza la investigación, de si Sonland había realmente conversado con el presidente, Morrison dijo que lo había verificado en cada ocasión.
Pence, a la fecha, se ha convertido en una figura cada vez más invisible en la investigación con vistas al juicio político, pero el testimonio de Williams planteó nuevas dudas sobre lo que el vicemandatario sabía del proceder de Trump relacionadas con hacia Ucrania.
Pence también asistió a la reunión en Varsovia. Para el nuevo gobierno de Ucrania, situada entre los aliados de la OTAN y Rusia, la asistencia que el Congreso ya había aprobado suponía un elemento crucial para la seguridad de Occidente.