El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue absuelto este miércoles en el Senado de los dos cargos de juicio político: abuso de autoridad y obstrucción al Congreso, dando fin a un proceso que dividió al país.
Los senadores juraron hacer “justicia imparcial” se pusieron de frente junto a sus escritorios y comenzaron a emitir sus votos — “culpable” o “inocente” — a la orden del magistrado presidente John Roberts.
La mayoría de los senadores expresaron sentirse incómodos con la campaña de presión de Trump a Ucrania que resultó en los dos cargos de juicio político. Pero los conteos finales —52-48 en favor de la absolución por abuso de autoridad y 53-47 en la acusación por obstruir la investigación del Congreso— estuvieron muy lejos. Se necesitaba que dos terceras partes de los senadores votaran “culpable” para alcanzar el criterio constitucional de delitos y faltas graves para condenar al mandatario.
Tras conocer los resultados, Trump anunció que dará una declaración pública mañana en la Casa Blanca sobre lo que llamó “una victoria del país” sobre el “engaño” de acusación.
I will be making a public statement tomorrow at 12:00pm from the @WhiteHouse to discuss our Country’s VICTORY on the Impeachment Hoax!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 5, 2020
Trump insistió durante todo el proceso que no hizo nada grave, y está ansioso por reivindicarse en momentos en que inicia su campaña de reelección.
El equipo legal del presidente dijo que los cargos que fueron aprobados el año pasado por la Cámara de Representantes no cumplían con los criterios para una condena en el Senado.
El resultado pone fin a meses de notables procedimientos de juicio político iniciados por la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, y culminados en el Senado, que preside el republicano Mitch McConnell, reflejando la profunda división partidista en el país en el tercer año del gobierno de Trump.
Lo que inició como una solicitud de Trump a Ucrania de “hacernos un favor” se convirtió en un extenso reporte de 28.000 páginas recabado por investigadores de la Cámara de Representantes, en el que se acusa a un presidente estadounidense de involucrarse en una diplomacia cuestionable que ponía en riesgo las relaciones exteriores de Estados Unidos para beneficio personal y político, al presionar a un aliado para investigar a su rival demócrata Joe Biden en anticipación a los próximos comicios.
Ningún presidente ha sido destituido por el Senado en la historia del país.
Un Trump fortalecido políticamente había pronosticado su exoneración, y ha usado el veredicto como un himno político en su campaña de reelección. El presidente asegura que no hizo nada malo, y ha tachado la investigación como una “cacería de brujas” y una “farsa”. También ha dicho que se trata de una extensión de la pesquisa del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia rusa en la campaña de 2016 por parte de sus opositores desde el comienzo de su mandato.
Sólo un republicano, Mitt Romney por Utah, el candidato derrotado del partido en los comicios de 2012, rompió filas con su partido.
Romney estuvo a punto de romper en llanto al decir que, basándose en su fe y su “juramento ante Dios”, votaría culpable en el primer cargo, abuso de autoridad. Dijo que votaría a favor del mandatario en el segundo cargo.
Tanto Bill Clinton en 1999 como Andrew Johnson en 1868 tuvieron apoyo bipartidista cuando mantuvieron el cargo después de enfrentar un juicio político. El presidente Richard Nixon presentó su renuncia en lugar de enfrentar un levantamiento de su propio partido.