El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo este viernes que su homólogo de Rusia, Vladímir Putin, no quiere intervenir en Venezuela, y aseguró que ambos comparten el deseo de hallar una “solución positiva” a la crisis en ese país.
“Él (Putin) no está pensando en absoluto en implicarse en Venezuela, más allá de que quiere ver que ocurra algo positivo en Venezuela, y yo siento lo mismo”, señaló Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, poco después de hablar por teléfono con Putin.
Las declaraciones de Trump marcan un fuerte contraste con la postura expresada hasta ahora por la Casa Blanca y el Departamento de Estado, que han responsabilizado a Rusia y Cuba de la permanencia en el poder del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al que ni EE.UU. ni otros 50 países reconocen como legítimo.
“Creo que es una conversación muy positiva la que he tenido con el presidente Putin sobre Venezuela”, aseguró Trump.
Putin y Trump conversaron por teléfono por “casi una hora y media”
En el país, “ahora mismo la gente está muriéndose de hambre, no tienen agua y no tienen comida”, añadió Trump, que habló con la prensa al recibir en el Despacho Oval al primer ministro de Eslovaquia, Peter Pellegrini.
Trump se pronunció así tres horas después de que su asesor de seguridad nacional, John Bolton, afirmara que “Maduro solo se está aferrando al poder debido al apoyo de Rusia y Cuba, las únicas fuerzas militares extranjeras en Venezuela”.
“Estados Unidos no tolerará ninguna interferencia militar extranjera en el continente americano. El presidente estadounidense ha dejado claro que habrá costes para aquellos que impulsen la usurpación y represión por parte de Maduro”, escribió Bolton en Twitter.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, llegó a afirmar el martes que Maduro estuvo a punto de abandonar en avión Venezuela ese día, pero que Rusia le convenció de no hacerlo. Maduro lo desminitó luego.
El miércoles, Pompeo mantuvo una tensa llamada telefónica con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en el que se acusaron mutuamente de dar pasos “agresivos” o “desestabilizadores” en Venezuela.
Pompeo y Bolton asistieron hoy a una reunión en el Pentágono con buena parte del equipo de seguridad nacional de Trump, en la que evaluaron posibles opciones militares ante la crisis en Venezuela.
Venezuela atraviesa un alto pico de tensión política desde enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato de 6 años que no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional, y el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se proclamó presidente interino.
Guaidó ha sido reconocido por más de 50 países, entre ellos EE.UU.
En paralelo, la nación sufre la peor crisis económica de su historia, lo que genera cada día protestas para denunciar la severa escasez de alimentos y medicinas y la pésima prestación de los servicios públicos.