El número de positivos a la COVID-19 en el entorno del todavía presidente de Estados Unidos, Donald Trump, subió este jueves a diez tras confirmarse que uno de los principales asesores de su campaña electoral, Corey Lewandowski, también contrajo la enfermedad.
Lewandowski confirmó a la cadena CNN y a otros medios que dio positivo por coronavirus este miércoles, y cree que se contagió en Filadelfia, donde llevaba días trabajando en la estrategia legal de la campaña de Trump para cuestionar la legitimidad de los resultados de las elecciones presidenciales.
Sin embargo, el asesor de Trump también asistió la noche del pasado 3 de noviembre a una fiesta en la Casa Blanca en la que el presidente declaró prematuramente su victoria en los comicios, cuatro días antes de que los medios pronosticaran que el ganador sería su rival demócrata, Joe Biden.
La mayoría de las diez personas que han dado positivo en la última semana asistieron a esa fiesta, que congregó a más de 150 personas en el espacio cerrado de la sala Este de la Casa Blanca, aunque todos ellos se habían sometido antes a test diagnóstico de la COVID-19.
La nueva ola de positivos comenzó el pasado viernes con el anuncio de que se había contagiado el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, quien también estuvo en esa fiesta y según expertos sanitarios, probablemente ya estaba infectado en ese momento.
Otros que estuvieron en la fiesta y han dado positivo son el secretario de Vivienda de EE.UU., Ben Carson; el director político de la Casa Blanca, Brian Jack; otro asesor de la campaña de Trump, David Bossie; y la exfuncionaria estadounidense Healy Baumgardner.
A ellos se suman al menos otros cuatro contagiados: el director de estrategia en estados clave de la campaña, Nick Trainer, y tres funcionarios de la Casa Blanca que no han sido identificados, según varios medios.
Por otra parte, el diario The Hill confirmó este jueves el contagio del jefe de gabinete del secretariado del Partido Republicano (RNC), Richard Walters, que no estuvo en la fiesta de la Casa Blanca y cuya infección no parece estar conectada con el resto.
Antes de que se produjera esta ola de contagios, casi 30 personas se contagiaron en septiembre y octubre en relación con un brote de la COVID-19 en la Casa Blanca, incluidos el propio Trump, su esposa Melania y su hijo Barron, varios senadores y la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
No obstante, la Casa Blanca apenas cambió sus protocolos para hacer frente a la pandemia tras el incidente, y Trump retomó enseguida los mítines ante cientos de personas, en los que apenas se mantenía la distancia social y se usaban pocas mascarillas.
Estados Unidos es el país del mundo con más casos y muertes por la pandemia, que ha dejado más de 10,4 millones de contagios y 242.000 fallecidos en la nación, y experimenta ahora un fuerte repunte en el número de infecciones y hospitalizaciones.